En el marco de los 20 años de los crímenes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, las fotos y el testimonio de Sergio Kowalewski fueron claves para desmontar el ocultamiento del rol de la policía y desarmar la versión oficial.
Sergio Kowalewski, brindó un testimonio y fotografías, publicados en 2002 en el diario Página/12, que fueron claves para evidenciar el accionar represivo de las fuerzas de seguridad. Se cumplieron 20 años de los crímenes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, conocido como la Masacre de Avellaneda.
“Uno siempre se fue acercando a lo consideraba que, de alguna manera, estaba cuestionando a fondo el sistema, no viniendo siempre de la ideología. De esa manera uno llegó a aportar, como herramienta natural de trabajo, que era la cámara en un contexto en el que no había tantas como hoy”, expresó Sergio Kowalewski.
Las imágenes captadas por su lente demostraron que Darío estaba vivo antes de que entrara la policía, encabezados por el ex comisario Alfredo Fanchiotti. La primera foto que tomó fue de dicho oficial entrando a la estación con su escopeta en posición de tiro.
"En aquel contexto vos tenías una situación que hoy se repite, estaba el FMI imponiéndote las políticas económicas, que son las que han llevado a la crisis, sistemáticamente", recordó en Los Mundos Posibles.
Sobre cómo realizar una cobertura de una protesta social Kowalewsk consideró que "un fotógrafo lo que hace es un tomar un recorte de una realidad que observa, pero no solo somos eso, tenemos que ser fotoperiodistas, conocer la historia que vamos a fotografiar, los detalles, porque muchas veces una imagen sirve y este caso como una prueba testimonial para un juicio", y aseguró que "las imágenes que se toman sin un contexto que las explique no son claras".
Antes de revelar las fotos, Kowalewski no sabía de su valor probatorio. Se fue al hospital Fiorito, hasta donde había llegado la represión. Él cree que las imágenes colaboraron, pero también ve mucho mérito en la sociedad civil que estaba sensibilizada con la causa, que a 20 años sigue reclamando justicia.
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