La obra de la artista cordobesa invita a sumergirse en una experiencia fascinante: una pintura realista que coquetea con la arquitectura y la escenografía.
Nació en Oncativo un pueblo a 83 km de Córdoba Capital, ciudad donde vive y trabaja actualmente. Desde pequeña estuvo familiarizada con el arte, su abuelo era pintor y convivía en su casa con pinturas y libros sobre su obra: "Crecí viendo sus pinturas y sus libros y me conquistó ese mundo, de materiales, del olor a pintura", dijo en Los Mundos Posibles.
A primera vista sus pinturas se confunden con fotografías. "Mi pintura es realista, muchas veces se vuelve escenográfica y persigue el deseo de toda pintura ilusionista: que el espectador pueda transitar como una invitación a un nuevo mundo que se da a través del simulacro".
A los 14 años comenzó a pintar y desde ese momento nunca paró. Se licenció en Artes Visuales en la Universidad Nacional de Córdoba y hasta la actualidad realiza diversos talleres y residencias en donde comparte procesos de producción con otrxs artistas.
Las pinturas de Martinello son escenas silenciosas, "las presencias son sugeridas a través de la ausencia, la luz que entra en la habitación comienza con la arquitectura y nos habla de las situaciones que hay en torno, propone nuevos recorridos", relata.
Actualmente la pintora trabaja en una serie dedicada especialmente a los azulejos.
“los azulejos son un fragmento que me interesa como si fuera la piel de esta arquitectura”.
Es clave el uso de la luz en esta serie: "Los azulejos son elementos rígidos, fríos, que son inalterables en su apariencia, que toman un rol de cubrir o tapar todo lo que está sucediendo en el muro, como por ejemplo la humedad, el desgaste, pero al mismo tiempo, al ser una superficie tan brillante y tan pulida, al estar en contacto con las luces, comienza a relatar de cierta forma lo que va sucediendo alrededor y la historia empieza de nuevo", explica Daiana.
"Yo siempre digo que la pintura para mi es una danza que permite que veamos esos movimientos aún permaneciendo quieta, aun sin alterarse en vivo, es una danza que nos muestra un montón de movimientos", concluyó Martinello.
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