Ana Ennis es astrónoma y se dedica a estudiar galaxias elípticas, las primeras en ser formadas en la creación del universo. Gracias al avance de la tecnología, se dedica a estudiar la actividad de las nebulosas que se alojan en su centro.
Durante el 2020, Ana Ennis estuvo trabajando en su proyecto doctoral en los Observatorios Europeos del Sur (ESO), un complejo astronómico ubicado en Chile financiado por capitales europeos e impulsado en conjunto con el país. “En el observatorio se realizan dos tipos de tareas muy distintas: por un lado está la gente como yo, que están terminando el doctorado, que solo trabajan en las oficinas. Trabajo con mi computadora igual que si estuviera trabajando en el observatorio de La Plata, solo que en otro contexto. Y después, hay mucha gente del observatorio que hace eso una parte del año y después la mitad del año, intercaladamente, suben a la montaña y hacen turnos de 15 días donde trabajan en los telescopios, lo cual es una experiencia muy intensa”, detalló la astrónoma.
Al contrario de la imagen que habita en torno al imaginario popular, “en general el trabajo del astronome suele ser en gran parte estar sentado con la computadora. Yo soy astronoma observacional, osea que trabajó con datos que vienen de los telescopios”, explicó Ana, quien a través de su pantalla se dedica a buscar nebulosas planetarias: “las nebulosas son estrellas chiquitas, como nuestro sol, pero que se encuentran en una de las últimas etapa de su evolución. La etapa siguiente es la etapa en la que ya no brillan más. Entonces, en galaxias que están muy lejos, las nebulosas se distinguen individualmente. Así que básicamente son objetos que se estudian hace muchísimo tiempo, pero en las partes centrales de las galaxias, que es donde hay más acote de estrellas, y hay muchas cosas amontonadas que son difíciles de distinguir”, sin embargo gracias a la nueva adquisición de de instrumentos observacionales esas nebulosas pueden ubicarse y saber de su actividad.
Las nebulosas que estudia Ana se encuentran en las galaxias elípticas, que a diferencia de las galaxias espirales o irregulares, estás no poseen “formación estelar”, es decir, “todavía generando estrellas nuevas”. La astrónoma detalló en comunicaciòn con Una amiga Imaginaria, que esta particularidad se debe a que “estas galaxias elípticas son de las más antiguas del universo entonces, si uno quiere estudiar la formación del universo, estas son las que estaban desde el principio, tienen más historias, tienen un montón de cosas que contar”.
Si bien en los ESO los telescopios están reservados para las personas que trabajan en proyectos de larga duración, el trabajo de Ana es observacional desde las imágenes que esos mismos telescopios sacan. “A veces es confuso, pasó todo el día en mi computador viendo la misma imagen, escribiendo artículos y leyendo artículos de gente que hace lo mismo. Entonces a veces perdes un poco la perspectiva, se convierte en algo que está en tu computadora (...) miro las galaxias y tengo una imagen de la galaxia que me entra en la pantalla de la compu. Y acá vivimos en un planeta que es chiquito para planeta, que gira alrededor de una estrella que es chiquita para estrella, que está dentro de una galaxia que es chiquita para galaxia”, puso en perspectiva.