El musico reflexionó sobre su profesión, la cultura y su rol docente.
A sus 73 años, Juan Falú tiene una prolífica carrera musical, sigue en actividad y compartiendo sus conocimientos a las nuevas generaciones. “El único modo de ser un docente es generar un amor hacia esos saberes. Más que músicas, son como recuerdos colectivos, comuniones. Tiene que ver mucho lo emocional para vincularse con esas músicas”, dijo el folclorista tucumano a Cacodelphia.
Con 35 años de docente, Falú contó que extraña mucho la presencialidad y reveló el secreto de su enseñanza: “Lo que se estimula es sacarse los prejuicios, aprender a valorar las herramientas más intuitivas, no académicas”.
Sobre las concepciones en torno a la cultura aseguró que los prejuicios de lo culto y lo popular se han desarmado bastante. Y habló sobre la formación autodidacta: “El camino de la imitación es un camino necesario y absolutamente natural en las culturas populares”.
Falú, quien además de ser el sobrino del mítico guitarrista Eduardo Falú también es psicólogo, analizó la temática nacional: “La tradición existe, es una realidad y es una energía poderosa. El tradicionalismo es una posición. Acá hemos dejado que la derecha, los sectores de las fuerzas armadas, la policía, se jacten de ser los portadores de los símbolos de la tradición”. Y remarcó: “El nacionalismo conservador, ya sabemos lo que es: siempre terminó en golpes de Estado”. Al mismo tiempo, también criticó la actitud de los sectores progresistas al considerar que ignoran completamente esa tradición, esas huellas de la cultura que se manifiesta en la música, en las formas del humor, en las comidas y en toda serie de gestos que están ahí.
Frente a esta realidad cultural resumió dos grandes sectores que agrietan la cultura popular: los conservadores y los transformadores. “Siempre existió. Argentina tiene un tradicionalismo fuerte que se manifiesta mucho en las provincias”. Y concluyó: “Sería saludable combinar el amor a la tradición con el afán de la transformación. Las dos cosas son realmente necesarias. Hay mucho que hacer”.
