La película basada en el libro de Laura Alcoba se exhibe en el Cine San Martín de calle 7 e/ 50 y 51.
Si bien la Casa de los Conejos acompaña a una niña y su familia mientras viven en en lo que luego se conocería como la sede de la imprenta clandestina Evita Montonera durante la última dictadura cívico militar, “la película habla de otra cosa, habla de una niña que está inmersa en un mundo de adultos y que tiene que pelearla y vivirla como puede, callandose y haciendo buena letra para que no la reten”, explicò Valeria Selinger, directora de la película que se estrena el próximo 21 de octubre. “Yo quería situar a la película en un ambiente más contemporáneo y hay un color azulado que tiene que ver un poco con la parte onírica de esta nena. Estamos en su realidad o en su imaginario durante toda la película”, detalló.
A través del color, los silencios y la música nos sumergimos en el imaginario y realidad de esta niña de 8 años. En este sentido Valeria explicó que si bien había pensado trabajar con los detalles de una mirada infantil, “me di cuenta que estaba filmando a gente que fueron personas reales y que no solo fueron personas reales, sino que además fueron asesinadas. Que merecían que en pantalla tuvieran ese espacio que no pudieron tener en la realidad, entonces cambiamos un poco de óptica del tipo de filmaje, del tipo de planos que se estaban utilizando”. En este sentido, un punto clave fue el encuentro que tuvo con Chicha Mariani la primera vez que se acercó a la casa de calle 30, “el día que fui a ver la casa Mariani Teruggi, el día que entrevisté a chicha por primera vez, eso sí fueron momentos muy especiales. Porque ahí es cuando tomaba conciencia de que esto era verdad (...) eso también generó dentro del equipo técnico y actoral una especie de gran cariño hacia lo que estábamos haciendo porque era como que esas personas, las vivas y las muertas, estaban con nosotros ahí, nosotros estábamos haciendo esto para ellos. Había un poco ese sentimiento y había una gran solidaridad y una ganas de sobrepasar todo tipo de obstáculos que fueron muchos y fueron múltiples”, contó en comunicación con Una Amiga Imaginaria.
La película contó con el acompañamiento de la escritora Laura Alcoba y su familia. “Hay muchas cosas que vinieron de la madre de Laura, el padre también, pero hay escenas que son el relato de la madre. Anécdotas o elementos de escenas que me los aportó ella en varias conversaciones que tuve”, permitiéndole a Valeria construir su propia versión de la casa de los conejos.
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