¿Qué queremos hacer? Es una película documental producida por la organización Les Jóvenes. El audiovisual ahonda en la agenda de las juventudes, sus inquietudes ante el contexto actual y sus perspectivas a futuro.
“Nos vimos afectados todes, sin importar la edad, sin importar en qué lugar del mundo estuviéramos en ese momento; entonces nos preguntamos por nosotres. Ya estábamos diversificados, con poca comunicación entre nosotres, pero esto de la pandemia lo agudizó más todavía y ahí surgió la pregunta de por qué no nos empezamos a escuchar y hablar entre nosotres a ver que pasa y de ahí salio la pregunta”, contextualizó Angie Fernandez, una de las realizadoras del documental ¿Qué queremos hacer?.
La película realizada por el colectivo Les Jóvenes está recorriendo distintos espacios abiertos o culturales para fomentar, además, el encuentro entre pares y pensar tanto su demandas políticas, como las experiencias transitadas en cuarentena. “Los adultos a veces creen que a nosotros no nos importa nada pero me parece que es al contrario, nos importa demasiado las cosas. Estamos muy preocupados por todo lo que pasa alrededor”, señaló la realizadora en comunicación con En Órbita.
Este documental “es tomar un poco la iniciativa. Esto de la idea de volver encontrarnos para poder dialogar, para poder escucharnos y que no solo se ve reducido a una sola demanda o un solo lema como quizás era en otras épocas, porque era distintas lógicas que marcaban cada tiempo, sino que está representado en diversas demandas. Cómo hacer en esa diversificación, cómo unirlas, no acumularlas y que quede en un solo lema, sino respetar esa diversificación y que pueda ser escuchada cada una”, profundizó Angie y agregó que la vinculación a través de las redes sociales “a veces genera una ficción que es completamente irreal“, por lo cual, “lo fundamental es volver a encontrarnos, volver a escucharnos que a veces la palabra quedó tan degradada y el documental trata de poner ese valor a la palabra, a la escucha, de vernos reflejados y reflejadas y poder volver a hablar”.
También busca ser un puente generacional para que haya un diálogo con las demandas de los sectores juveniles. “No queremos que haya gente adulta que decida por nosotres. Queremos ese espacio también para poder decidir, poder hablar y que nos escuchen. Tomar una decisión sin tener en cuenta la voz de quienes quieren representar, es medio difícil de interpretar”, sintetizó.
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