El libro editado por la editorial de la UNLP, propone una reflexión sobre el paso del tiempo basado en fotografías de la Facultad de Veterinarias intervenidas por hongos luego de años de estar archivadas.
Todo empezó cuando: “había una caja con placas fotográficas muy antiguas y la pregunta era dónde estaba todo el resto que faltaba, porque estaban numeradas de forma aleatoria, digamos, faltaban números en el medio. Y siempre estaba esa pregunta, estuvimos investigando las distintas cátedras, los distintos lugares, y fueron apareciendo. (...) cuando pusimos el proyector y vimos lo que había ahí. Dijimos ‘epa!, acá hay algo. Algo muy raro que está pasando’”, contó Darian Witon, artista plástico y autor de Fungi. Ese algo no era ni más ni menos que organismo actuando sobre la celulosa.
Darían destacó que, en líneas generales, en la archivística: “Es muy difícil conservar cosas que de por sí mucha gente no le da valor, pasa en muchos archivos”. Sin embargo: “Algo lindo de esto es que es un material de doble expurgo, nosotros un poco contamos en el libro eso. Expurgo es una catalogación que se usa en la archivística para desestimar material, que por distintas condiciones o características, no es digno de ser conservado. Y es doble expurgo en el sentido que didácticamente tampoco servía para seguir dando clases porque ya era un material un poco obsoleto y hablaba de técnicas y cuestiones que ya no sirven. (...) fue lo lindo de este proyecto, las múltiples disciplinas que lo atravesaron y la gente que se fue sumando, enriqueció todo el proceso y la obra final”, destacó.
Este material muestra que “en la ciencia hay una poesía y una poética espectacular”, destacó Witon, “No es algo que nosotros hicimos, sino que se dio de forma natural (...) Es como una obra de la pachamama”. En este sentido la filósofa y fotógrafa, Angela Tettamanti, señaló que “un poco el ensayo que escribí al comienzo del libro es que esa mutación que tienen los hongos, esa imagen, es producto un poco del deterioro pero también son imágenes que continúan mutando. Porque son hongos que siguen consumiendo el material fotográfico, se van generando imágenes nuevas y un poco eso materializa el paso del tiempo. Es casi una metáfora del tiempo corriendo y generando una imagen muy flashera y hermosa”.
“Didi Huberman, que trabajó bastante con la cuestión de la archivística y lo que significa para una historia, para una sociedad, recuperar material de archivo. (...) Un contexto, una historia, una situación y en este caso fue más que nada una cuestión de recuperación de imágenes que un poco conducen, o almeno a mi me condujeron, a una reflexión sobre el paso del tiempo más que nada”, desarrolló la realizadora en comunicación con Una Amiga Imaginaria.
Este proceso reflexivo fue acompañada por la curación del material para ser compartido: “Fue encontrarme con más de 700 imágenes escaneadas, ordenarlas por color, hice varias selecciones y empecé a probar cosas: primero digitalmente y luego ya hubo que ir a papel a imprimir y a empezar a jugar y armar ahí bocetos, que cosa puede ir al lado de otro. También generar un discurso desde la imagen”, contó Ángela , quien se integró al proyecto de Darian estaba llevando adelante junto a Romina Della Vedova y Verónica Amor. “Como tuvimos la posibilidad de que el libro salga por la editorial EDULP, que es la editorial de la UNLP, también hubo que hacer adaptaciones porque bueno, está saliendo en un ámbito académico”, agregó.
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