La joven fue hallada sin vida en su departamento de Colegiales en marzo de 2018. En un primer momento se habló de muerte por causa natural, pero ante la desaparición de sus pertenencias y un telefóno encontrado en manos de un sospechoso, que resultó ser hermano del encargado del edficio, familiares y amigos se organizan para que la justicia abra nuevas líneas de investigación.
La estudiante brasileña Luana Cristina Carneiro De Melo tenía 25 años cuando la encontraron sin vida en un departamento de Colegiales, al que acababa de mudarse, en marzo de 2018. La joven despertó la preocupación de su entorno luego de varias horas sin responder ningún tipo de llamada o mensaje, quienes entonces decidieron acudir al lugar en compañia de efectivos policiales e ingresar al inmueble que compartía con Lorena Olivieri, que había salido de viaje al momento de los hechos. Lo primero que pudó constatarse fue que las ventanas estaban cerradas, que no había habido ningún tipo de forcejeo y que faltaba su telefóno celular, una notebook y dinero en efectivo.
Júnior Bueno, del grupo de familiares y amigos de Luana, se enlazó por vía telefónica con el aire de Los Mundos Posibles donde recordó cómo se sintió ante la inquietud de la familia por la falta de comunicación con la joven: “La muerte de Luana fue algo que nadie podía esperar, era una piba joven, muy alegre, muy amiga de todos y todos la querían mucho. Cuando su mamá me llama al trabajo diciendo que pasaba algo con ella porque no contestaba el telefóno y vi que hacía más de diez horas que no se conectaba a internet, yo la conocía, vivimos juntos antes de que se mudara, sabía de sus hábitos, y me preocupé”.
“Todos la estabamos llamando y no atendía, Fernanda una amiga fue hasta el departamento y no le contestaba el timbre. Le dije que llame a la Policía, que no haga otra cosa, que podía ser algo muy grave. Cuando llegó la Policía la encontraron muerta en la casa cerrada, en su cama, todo apuntaba para una muerte natural, aunque todos estabamos muy sorprendidos. Después se descubrió que tenía una enfermedad en el corazón de la que nadie sabía, incluso Luana no sabía”, agregó.
La causa fue a parar a la Fiscalía en lo Criminal y Correccional N° 21, a cargo del fiscal Carlos Vasser, donde interviene la jueza Vanessa Peluffo, y fue caratulado como muerte por causa dudosa, hurto y encubrimiento". Análisis posteriores lograron determinar que la causa de su fallecimiento fue congestión, edema y hemorragia pulmonar, producto de un problema cardíaco del cual no se tenía conocimiento. Los hechos tomaron un nuevo curso cuando, meses después, la hermana de la victima comprobó que alguien había activado el telefóno de Luana, lo que condujó la investigación hacia el hermano del encargado del edificio.
El entrevistado destacó la presencia de un moretón en el cuello de Luana, que fue identificado por una períto forense, y que podría indicar la aplicación de un esfuerzo mecánico sobre la joven: “Cuando la hermana de Luana fue a reclamar el cuerpo, la Policía informó que se trataba de una muerte natural. Una de las períto no se conformó con esta hipotesis y determinó que murió por asfixia mecánica combinada con fibrosis cardíaca, o sea, sino fuera por la debilidad del corazón de Luana habría presentado lucha o signos de violencia en su cuerpo, pero la presión que hicieron, a pesar de que no fuera mucha, en su cara, en su boca y su nariz, y también con la otra mano en su cuello fue suficiente para que tuviera un paro cardíaco”.
El encargado fue identificado como Iver Uruchi Condori y se lo imputó por hurto, un delito que ni siquiera podría llegar a instancia de debate, a pesar de dos presentaciones, la última de ellas ante la Cámara de Apelaciones Nacional en lo Criminal y Correccional, que formalizó Vasser para que se amplíe la investigación: “El robo está probado, también la hipotesis de asfixia mecánica y el hecho de que este hombre entró a la casa para robar cuando estaba Luana, lo que la justicia no está haciendo es que este chico sea investigado por participación en la muerte. Hicieron un examen de ADN, porque había material humano en las uñas de Luana y no eran compatibles, dice que es inconclusivo, o sea, puede o no ser de esta persona y por ser inconclusivo no lleva a la certeza que necesita la justicia a acusarlo”.
Ahora la jueza quiere cerrar la causa, lo que motivó el reclamo de un grupo de familiares y amigos de Luana que esperan poder revertir esta situación: “Sus amigos nos juntamos para darle visibilidad, porque no podemos dejar que quede impune la muerte de una persona tan querida, es una injusticia. Nos unimos para ayudar cada uno desde su lugar, difundiendo en redes, contactando medios y organismos de derechos humanos, estamos pidiendo ayuda a toda la gente que pueda sensibilizarse con esto”.
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