Agroecología: el futuro llegó es el nuevo libro de lavaca editora. Allí, el periodista Sergio Ciancaglini presenta experiencias que desarrollan modos de producción en diálogo con el cuidado de la naturaleza, la salud y la economía de los pueblos.
Fotos: lavaca
“Lo de la agroecología surgió en una de esas variantes de encuentros donde nos empezaron a hablar unas personas que decían que cultivaban sin venenos y sin pesticidas. Estas personas extrañísimas, por ejemplo el caso de Remo (Remo Vénica, de Naturaleza Viva) que inauguran justamente el libro, nos permitieron ir a conocer y darnos cuenta de la profundidad que tenía. Parecía que se trataba de un modo de producir sin venenos, amistoso con el clima, con la naturaleza, con el suelo y demás, pero me encontré con que todo esto tiene un componente si querés por un lado ético gigantesco porque es todo un replanteo sobre nuestra relación con la naturaleza, con la tierra y demás . Y después hasta un componente, no se como llamarlo…astronómico, que es lo rico que es todo porque claro, recuperan los cultivos y recuperan la alimentación a un nivel que después cuando comés algo es riquísimo porque es la vieja cuestión de las frutas y verduras que recuperan su sabor porque tienen sus nutrientes, vuelve al original y no a los modelos que nos plantean hoy en día que son frutas y verduras que no tienen gusto a nada”, contó el periodista Sergio Ciancaglini, parte de la Cooperativa lavaca y autor de Agroecología: el futuro llegó.
El libro recupera experiencias de La Plata, Trenque Lauquen, Bolívar, Benito Juárez y otros territorios. Todas ellas dan cuenta de que el estilo de producción de alimentos predominante en esta época en Argentina y en muchos lugares del mundo, está generando contaminación, destrucción de bienes comunes, enfermedades, hambre, mal nutrición. “La gente que está comiendo mal, por eso vivimos dándonos con suplementos dietarios y suplementos vitamínicos y demás porque es la demostración de que la alimentación no te está alimentando bien”, señaló.
“Venía siguiendo nuevas experiencias que nos parecían que eran muy importantes por esta idea de estar enfrentando realidades muy difíciles de un modo distinto. Por ejemplo, las empresas y fábricas recuperadas o el ´bicho´ del cooperativismo, ese cooperativismo del trabajo horizontal, que nos parecía muy interesante como un modelo nuevo, tanto que hicimos un libro que se llamó Sin patrón que se tradujo ya a 10 o 12 idiomas”, dijo a La Pulseada Radio.
Tal como aclara la editorial, este libro no es uno: son dos. Las crónicas están acompañadas por una publicación que recopila registros realizados por Lina Etchesuri, Nacho Yuchark y Martina Perosa.
Algunos datos :
- El actual modelo agrario empobrece socialmente y genera concentración de la tierra: entre 2002 y 2018 de 333.000 explotaciones agropecuarias se perdieron 83.000. Una cada dos horas. Esos campos no desaparecieron, sino que se concentraron en pocas manos.
- La agricultura minera, extractiva, no solo del cultivo sino de la riqueza de la tierra, que contamina además el agua y el aire ha generado una especie de pandemia no declarada en los pueblos sometidos a fumigaciones con crecimiento notorio de cáncer, enfermedades tiroideas, bebés que nacen malformados, tumores, abortos a repetición y cantidad de enfermedades.
- Los alimentos ecológicos de origen animal tienen mayor contenido en proteínas que los producidos con agrotóxicos; las verduras ecológicas tienen mayor concentración de mineral.
Presentes para un futuro
Agroecología: el futuro llegó comenzó a gestarse hace más de una década cuando Ciancaglini conoció algunos proyectos -pocos y dispersos- que mostraban que se podía producir de un modo distinto: “esto significa también de que puede haber nuevos modos de vivir y hay nuevos modos de relacionarnos y eso pone en tela de juicio lo que te dicen que el único modo de hacer las cosas es como las hace el modelo convencional y que tenemos que seguir siendo un país que depende de la soja y de los transgénicos”. Este recorrido también fue plasmado en coberturas de la revista Mu y en la Diplomatura en Periodismo y Comunicación Ambiental Andrés Carrasco que forma parte de las propuestas de formación de lavaca.
Una de las motivaciones para ahondar en esta temática fue “el entusiasmo por entender que hay formas prácticas de demostrar que existen otros modos de comunicarnos, otros modos de producir, otros modos de relacionarnos con la tierra, de relacionarnos con las personas y que todo esto además es muy bueno para todos, esto de la agroecología es como si te dijera una dimensión en la que todos ganan porque los productores ganan porque se defiende justamente su trabajo”.
Uno de los casos que aborda el libro es el de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Allí, los productores y las productoras que se volcaron a la agroecología están ganando el triple de lo que ganarían en el sistema agrotóxicos. En este esquema, la rentabilidad para los consumidores también es una ganancia porque acceden a frutas y verduras sanas a precio accesible.
El libro se consigue a través de la web de La Vaca con envíos a todo el país y en los nodos de la UTT.
“La agroecología te está proponiendo frente a muchos problemas actuales una variante. Y una de las principales es la posibilidad de volver a recuperar el campo, así como había fábricas recuperadas, haya campos recuperados como opción de vida para la gente en lugar del hacinamiento en las periferias urbanas y demás, donde vive toda la gente que ha sido expulsada justamente del campo. La idea que se puede revertir eso con un proyecto productivo y masivo me parece que es apasionante”, expresó.