El ex policía procesado por matar a tiros en la espalda a Juan Pablo Kukoc no irá a la cárcel. Además, se lo inhabilita para cumplir funciones por un periodo de cinco años. Qué reflexiones arroja este fallo para la sociedad argentina.
Esteban Rodríguez Alzueta, docente e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, director del Laboratorio de Estudios Sociales y Culturales y de la revista Cuestiones Criminales, se enlazó vía telefónica con el aire de Los Mundos Posibles donde se explayó sobre el fallo que se le otorgó a Luis Chocobar, el tipo de justicia que tiene Argentina y las consecuencias que tuvo la política de Patricia Bullrich como Ministra de Seguridad.
Para empezar, Rodríguez Alzueta brindó su opinión sobre la condena de dos años de prisión en suspenso más cinco años de inhibición para cumplir sus funciones que se le dictó a Chocobar y que implica que el ex policía no va a ir preso: “Erró como todo fallo, si se lo piensa con la partitura que trabajan los operadores judiciales en términos generales en Argentina la conclusión no podía ser otra, el fallo da cuenta de una brecha que existe y que se perpetúa con el Poder Judicial, si le dieron dos años a un ex policía que mató a una persona por la espalda y a un joven que robó le dan nueve años, ¿qué es lo que pesa más para la justicia, el robo o el homicidio?”.
“Se han perdido las escalas, eso es lo que está pasando, después de tanta reforma, de tantos jueces haciendo justicia a través de la televisión o mirando la tapa de los diarios se ha producido un desmadre de todas las escalas, es lo que algunos autores llaman banalización, y por eso vemos esto: un robo vale más que un homicidio, y es el homicidio de un morocho cometido a otro morocho porque si el homicidio lo hubiera cometido un morocho contra un blanco seguramente la respuesta de esta justicia hubieses sido otra, pero la justicia trabaja con perfiles clasistas y racializados que son los mismos con los que trabaja la Policía y que no debemos perder de vista”, agregó el abogado.
El entrevistado se refirió a la medida que había dispuesto la por aquel entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich -y que este Gobierno derogó entre sus primeras medidas- donde se habilitaba a las fuerzas federales a disparar con armas de fuego en casos de delitos graves: “Si a alguien le iba a generar problemas es a los propios policías, ellos andan todo el día con una pistola en la cintura y una de las preguntas que siempre se hacen es qué puede pasar el día de mañana si matan a una persona, es un tema de conversación diario entre policías, ellos saben que hay pabellones en las unidades que están repletos de policías que cometieron algún tipo de delito, entre ellos homicidios, saben que los jueces no tienen los mismos libros en su biblioteca ni escriben las mismas sentencia, saben que hay cada vez más radios y agencias de noticias que viene siguiendo de cerca el tema de la violencia policial y que cada vez hay más movimientos sociales que la referencian como un eje central, es decir, saben que tienen serias chances de ser llamados a rendir cuentas por este tipo de acciones”.
A modo de conclusión, Rodríguez Alzueta habló de la percepción que se generó de la Policía a partir del discurso a favor del uso de armas de fuego que se desplegó con Bullrich al frente del Ministerio de Seguridad y que tuvo en Chocobar a un ejemplo de sus prácticas: “Nos invita a creer que los policías están de acuerdo con el gatillo fácil, cuando se revisan los trabajos etnográficos que se han hecho en comisarías, escuchando a los policías, te das cuenta que los policías no son asesinos, que no salen a matar, y si esto se contrasta con las estadísticas de homicidios dolosos en Argentina, se lee que solamente el 6% se los lleva la Policía, lo que no significa que no sea un problema, son un gran problema porque estamos hablando de actores profesionales que fueron especialmente entrenados para usar la fuerza letal y no letal de acuerdo a estándares internacionales de derechos humanos, es un gran problema porque es la violencia administrada por el Estado, pero eso no significa que la Policía salga a matar”.
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