Leo Batic es un docente, ilustrador, escritor y periodista platense que ha dedicado su vida a dos grandes pasiones: los superhéroes y el fantasy. Ya sea a través de una prolongada investigación sobre la mitología argentina pre colonial o dibujando para Marvel, el artista exploró este género a lo largo de su carrera
Leo Batic siempre cuenta que es adoptado como rasgo que da el puntapié inicial de todas sus búsquedas: desde la construcción de una historia identitaria hasta la creación de un estilo propio en el dibujo. “El contar mi historia no tiene sentido si no le sirve a otro para que tome coraje para hacer lo que quiere hacer”, reflexionó el ilustrador en comunicación con Una Amiga Imaginaria.
¿Y cual es la historia que cuenta Leo? Una donde el dibujo tuvo que salir del closet y “bajarse del poni de cristal”, para poder avanzar. Luego de estudiar periodismo, Leo se inscribió en la facultad de Artes: “El problema fue que yo entré a Bellas Artes creyendo que era el mejor ilustrador del mundo. Y a los pocos años, en el 91, se hizo una muestra en el Pasaje Dardo Rocha, tomé las ilustraciones que había hecho para la muestra y me fui a la revista Fierro (...) Hice todo tan mal en ese momento, pero lo hice sin entender nada y cuando llegué al piso del director y abrí la puerta, el tipo se dio cuenta que todo era un error y me dijo “flaco dedícate a otra cosa””, contó el dibujante. Luego de este primer rechazo, “lo que hice fue aprender y dos años después terminé trabajando para Marvel”, agregó.
Marvel, Disney, DC, Warner, hasta la propia revista Fierro, fueron espacios a los que Leo fue llegando por estar en el momento justo, en el lugar indicado; abierto a las posibilidades que iban surgiendo más allá del rechazo. “Cuando salí de la Fierro, bajaba de ese ascensor sabiendo que no era el mejor y cambió mi óptica”, desde ahí Batic entró a la docencia en la Facultad de Artes y junto a otros docentes impulsaron el primer curso de humor gráfico que se dio dentro de la unidad académica en conjunto con dibujantes de la revista Fierro.
Contacto va, contacto viene, llegó con su amigo Walter a formar Duendes del Sur, un estudio que a principio de los 2000 marcó casi sin querer un estilo de dibujo: “antes de empezar la muestra, quería llevarle mis historietas de superhéroes porque me parecía que su error había sido haber hecho la prueba para Warner haciendo las historietas muy estructuradas. Le llevé las historietas de superhéroes, hizo la muestra, Disney lo contrató (...) A la semana Warner nos dijo que necesitaba otro artista como él. Él me llamó y arranqué. Pasó algo raro en ese momento que tiene que ver con la magia, hay cosas que las leo como mágicas. (...) con el tiempo, como empieza a aparecer internet, nos empezamos a enterar que nos mandaban un montón de regalos que a nosotros no nos llegaban en Buenos Aires. Me enojé, hubo toda una situación, y resulta que despidieron a todos los artistas del mundo y no podían trabajar si no dibujaban como Walter y como yo. ¿Por qué? Solo porque a mí se me ocurrió llevarle las historietas a Walter y no era esa la manera de dibujar. Habíamos creado por accidente algo que parece una obviedad: al estilo de superhéroes pasarlo al de los dibujitos. Y por eso creamos el estudio más importante del mundo, llegamos a ser 50 en La Plata, todo por cometer errores sin saberlo. Y generamos una corriente que le permitió conseguir trabajo a un montón de gente. Gracias a algunas equivocaciones”, detalló.
Si bien Batic cuenta con un currículum de escala, durante la cuarentena quiso volver a dibujar y el rechazo volvió a aparecer por un estilo que hoy ya se considera “viejo”: “y esto es algo genial porque es lo que suele pasar con un tipo que se va de cualquier tipo de arte durante un tiempo. Mientras te mantenés de alguna manera en el sistema te convertís en un clásico: El Indio, Charly… Pero si saliste y después querés volver a entrar, tenés que modernizarte para que te presten atención”, señaló Leo invitando a aprender, como herramienta para el hacer.
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