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Niñez en la literatura gauchesca

En Allá lejos y hace tiempo, Guillermo Enrique Hudson recupera su infancia en la pampa bonaerense, aportando una voz rara vez escuchada en los relatos costumbristas de la época.

Matías Esteban, escritor, docente y agitador literario, se enlazó vía telefónica con el aire de Los Mundos Posibles donde ofreció una reseña de Allá lejos y hace tiempo (1918), libro autobiográfico del escritor y naturista Guillermo Enrique Hudson (1841 - 1924), que a través de una narrativa detallista sobre la vida en la pampa bonaerense suma la mirada del niño a los relatos de la literatura gauchesca.

Como punto de partida, Esteban describió en qué momento de la vida del autor sale este libro y cuál es el pacto de lectura que establece con el público: “Hudson edita este libro en 1918, ya casi en las postrimerías de su muerte, era ya un hombre muy grande, viviendo en Inglaterra desde hacía mucho tiempo, y comienza a escribir esta autobiografía aunque él considera desde entrada que no lo es, Hudson no quiere hacer una autobiografía, él quiere hacer una superposición de recuerdos, en una autobiografía suelen estar en primer lugar los padres, la familia y luego vienen los hechos de su propia vida, acá nos encontramos con una gran cantidad de anécdotas de su infancia, retratadas con mucha nitidez, con un registro de olores, sabores que hace pensar en Marcel Proust”.

Nos encontramos con una gran cantidad de anécdotas de esa región, sobre todo retratos de vecinos, estamos hablando de la pampa húmeda de fines del siglo XIX, en la época de Rosas, pero la literatura gauchesca de Hudson retrata esto de manera un poco diferente, con otro tipo de ángulo, como si aquellas luchas políticas que sucedían en Martín Fierro y Facundo estuvieran lejos, no sólo porque es la vida de una familia de colonos norteamericanos, sino porque es la vida de un niño y esto es un foco más para iluminar una zona que hasta ese momento no estaba tan retratado y que es la mirada de los niños”, destacó el columnista sobre el abordaje narrativo que caracteriza a esta obra.

A modo de cierre, Esteban señaló por dónde viene el aporte de este libro a la literatura gauchesca: “Se muestra otra cosa, los pájaros, la naturaleza, la relación con el ambiente, con las lagunas, con cada una de las flores silvestres, hay cabalgatas por la pampa y descansos para tenderse sobre el pasto a mirar el cielo y recoger una flor, ese relato que puede parecer tan intrascendente para la literatura gauchesca es muy importante porque le aporta algo más a esta vida que ya conocemos de lo rural y el campo”.

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