El modelo productivo del agronegocio está lejos de ser el ideal, la mala aplicación de herbicidas y pesticidas trae consecuencias sobre algunos territorios, que aún en tiempos de pandemia siguen sufriendo los daños de este modelo extrativista.
"En los últimos años ha quedado muy expuesto el vínculo directo de la salud de las comunidades y las diferentes formas de envenenamiento, y es importante aclarar que esto no es un asunto de pequeños poblados, sino que involucrar a grandes urbes y es deteriorada su calidad de vida", explicó En Orbita, Guillermo Foldera, biólogo e investigador del CONICET.
El investigador diferenció que "los nombres van cambiando en función de los territorios, bien son los agronegocios, la agrominería, que están impulsadas, y por el momento derrotadas en Mendoza, Chubut o en Catamarca".
"El envenenamiento por parte del extrativismo no es un accidente, o una catástrofe parcial, es una consecuencia necesaria de ese tipo de proceso o forma de producción. Se contamina el agua, el acceso a la alimentación no es saludable", subrayó.
Sobre el efecto sobre los cuerpos, Foldera destacó puntos fundamentales: "El primero es las escases de datos, y el difícil acceso, también que los datos no son prioridad mediante estrategias que intentan silenciar esa prioridad, y una de ellas muy clara son las buenas prácticas agrícolas que intentan marcar que está todo bien, cuando en el fondo hay un desconocimiento de las consecuencias que ha generando este modelo en los últimos 20 años".
