Desde la columna mensual de la Cátedra Abierta Intercultural nos invitan a pensar las relaciones de Estado, Nación y Territorio desde las miradas de los pueblos aymara y mapuche
Nos enseñaron a pensar que una Nación se equipara con un Estado y que le corresponde una solo idioma, una sola religión, una sola bandera. Pero la realidad nos muestra otras situaciones y visiones. Es así que en un Estado pueden convivir muchas naciones y en una Nación hablarse varias lenguas: “pero siempre el territorio y el ayllu (la comunidad) es la raíz”, expresó Efraín Condori, joven educador aymara.
En la escuela, el ejemplo tradicional suele remitir al país vasco, el pueblo hebreo y la nación gitana. Sin embargo, “quienes estamos en los espacios educativos sabemos que siempre se lo pone como una excepción a la regla. Como si lo normal fuera que cada Nación tuviera efectivamente un Estado y un solo territorio. Pero no son excepciones, hay muchos países sin estado, así como hay Naciones que no cuentan con territorio, explicaron los integrantes de la Cátedra Intercultural en el aire de Futura en Casa.
Soraya Maicoño, artista, narradora y comunicadora mapuche fue parte de esta conversación y, desde la Patagonia, explicó que “ni siquiera podemos compararnos con lo que sería la Nacion Argentina, porque está constituida por un montón de condimentos foráneos: como el derecho romano por ejemplo, el idioma español y así un montón de aspectos más que han constituido o que han servido para constituirse como Nación”. Y detalló que: “en nuestro caso tenemos un territorio amplio (...) que tiene su propio idioma, sus propias denominaciones también en función del espacio geográfico que ocupa. Que tiene sus propias autoridades, autoridades que no son exclusivamente políticas sino que son políticas y espirituales. Que tenemos nuestra propia forma de practicar nuestra espiritualidad, tenemos nuestra propia forma de curarnos y de ser asistidos por diferentes autoridades, diferentes roles que están vinculados a restablecer la salud del equilibrio, no solo en las personas, no solo en el cuerpo físico, también en el cuerpo espiritual y también en los espacios geográficos, que no solo tiene que ver con el Wallmapu, con la plantas que curan; también tiene que ver con la palabra, también tiene que ver con diferentes elementos de la naturaleza”.
El pueblo mapuche tiene una historia de 130 años de resistencia ante la avanzada colonialista iniciada con la campaña del Desierto y que aún hoy representa un estigma para la comunidad. “No nos interesa bajo ningún punto de vista armar un estado paralelo al Estado argentino, lo único que nos interesa es ser quienes realmente somos, quienes fueron nuestros abuelos, quienes fueron nuestros bisabuelos. Ser en contacto con la tierra, ser con nuestro idioma, ser con nuestra espiritualidad, ser con nuestras autoridades, ser con nuestros remedios. Ser con nuestras formas, también, de trabajar la tierra, la lana, la cerámica, la platería, los animales. Ser… eso pareciera que da mucho miedo”, explicó Soraya, que destacó el posicionamiento de los medios hegemónicos de comunicación en contra de “esta posibilidad que nosotros tenemos de nombrarnos como Pueblo Nacion Mapuche, porque automáticamente nos tildan de sediciosos, de terroristas, que no reconocemos al estado argentino”.
La wipahala, emblema de origen aymara, hoy representa a muchos pueblos originarios del Abya Yala
“Lo diverso es algo sencillo, natural, en cambio los estados… En el mundo aymara no hay un solo aymara….¿todos los aymaras piensan de una sola manera, tienen una sola costumbre, tienen un mismo lenguaje? No, siempre es lo diverso. El punto de partida es Tiahuanaku, que es la igualdad, es el cuadrado de la cruz de la chacana…” Para nosotros en el mundo no hay un solo aymara nomás, somos todos distintos y abrazamos a todos....” explicaba Efraín, que también es miembro de la Cátedra Abierta Intercultural“ es muy importante fortalecer las identidades, desde el ayllu…así como el Evo Morales entró y gobernó por eso da que vengan otros aymaras y se reivindiquen como los mapuches, así…”
“Hay parámetros muy distintos para pensar la Nación que repercuten sobre el presente y que nos hacen preguntas sobre quiénes somos y qué queremos ser de alguna manera, como sociedad, como colectivo”, concluyó Verónica, una de las integrantes de la Cátedra Abierta Intercultural.
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