Carlos Zaidman, ex detenido-desaparecido en la última dictadura militar, se refirió a la segunda desaparición forzada de Julio López. A 14 años de aquel 18 de septiembre, Radio Futura realiza una nueva vigilia sonora.
A 14 años de la segunda desaparición forzada de Jorge Julio López, Radio Futura realiza, como en cada aniversario la vigilia sonora. Un evento radial que se realiza cada 18 de septiembre, de manera ininterrumpida, desde 2007.
A este encuentro se sumó Carlos Zaidman, ex detenido-desaparecido de la última dictadura cívico militar e integrante de la Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada. En ese marco, afirmó: "Lamentablemente pasaron 14 años y nos tenemos que hacer la misma pregunta, pero la misma pregunta comienza también teniendo el mismo hilo conductor, se llama impunidad. Una impunidad que es una construcción que viene -no desde el secuestro de López- sino de antes. Si no hubiese habido impunidad, López no hubiese sido secuestrado".
Esa impunidad, considera Carlos, es un hilo conductor que se ve reflejado - lamentablemente - en otros casos, como el de Luciano Arruga, Santiago Maldonado o Facundo Astudillo Castro. "Tiene que ver con que hay un modus operandi de parte de la policía. No en el secuestro sino en el encubrimiento y a la que enseguida acude el poder político y luego el poder judicial para completar con la “frutilla del postre”. Es una construcción de todos los poderes, acompañada por los medios de comunicación “serios” que normalizan o pretenden normalizar las desapariciones acompañando toda esta impunidad".
Por otro lado, Zaidman recordó aquel 18 de septiembre de 2006, cuando se dieron cuenta que López no estaba: "Recuerdo empezar a decir “¿cómo informamos esto?”. En principio porque no entendíamos nosotros, no lo procesábamos. Y Nilda decía “algo le pasó” y Adriana decía “empecemos a buscarlo”. Fue realmente terrible".
Luego, se refirió a la primera marcha para visibilizar su desaparición: "Ese viernes bajo la lluvia y con miles de personas veníamos por el diagonal - por 7 y 47 - que alguien empezó a gritar “ahora, ahora resulta indispensable...”, y fue realmente una sensación de “¿cómo estamos gritando esto de nuevo?”, ¿cómo estamos acá nuevamente peleando por la aparición con vida de un compañero? Creíamos que era algo del pasado, que era una consigna. ¿Tenemos que empezar de nuevo?".
Por último, habló sobre Nilda Eloy como "una amiga y compañera" que "me convence de poder hablar y de ir al juicio por la verdad". "A muchos la digestión de lo que había pasado y nos había pasado en dictadura no fue fácil. Hay muchos a los que les cuesta hablar. A mí me costó muchos años", agregó.
Antes de finalizar, destacó el trabajo de Nilda: "Toda su vida fue dedicada a esa investigación, a los juicios. Yo creo que si hoy hay juicio, el 80 % del trabajo de los juicios, sobre todo el Circuito Camps, fue influenciado por Nilda".
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