Un recorrido histórico por los episodios más curiosos que rodearon el nacimiento y la consagración de la radiofonía nacional.
Daniel Badenes, periodista, editor y docente de la Universidad Nacional de Quilmes, se enlazó vía telefónica con el aire de #FuturaEnCasa donde se explayó sobre una buena parte de los inicios de la radio en Argentina. Para empezar, se refirió al artículo periodístico que publicó el diario La Nación a pocos días de la primera emisión radial realizada el 27 de agosto de 1920 por un grupo de jóvenes argentinos popularmente conocidos como los locos de la azotea: “La noticia hablaba de un aparato de telegrafía sin hilos desarrollado por un grupo de jóvenes estudiosos, emprendedores que llevaron a cabo este ensayo con un éxito sorprendente, así titulaba La Nación al día que estaba naciendo la Sociedad Radio Argentina, que inauguró las primeras transmisiones de la radio como tal”.
El registro más próximo que se tiene de este incipiente medio de comunicación se encuentra en las actas del Concejo Deliberante porteño, fechado en el 2 de octubre de 1922, le otorga “un permiso a un tal Federico N. Del Ponte por el término de veinte años para instalar un sistema de estaciones fijas y portátiles transmisoras de telegrafía sin hilos destinadas a la difusión gratuita de audiciones artísticas, musicales, científicas, ilustrativas en general, intercalándose con avisos de propaganda comercial estrictamente moral, ahí ya estaba la idea de que es la radio, están hablando de lo que va a ser Radio Sudamérica, una radio que transmitía desde el Hotel Plaza pero sin embargo todavía no estaba ese nombre”.
Según lo explica Badenes, la primera ley que se le aplica a la radio se da por analogía y es la Ley de Telégrafo, una ley que data del siglo XIX. Recién en 1924 el Poder Ejecutivo Nacional saca una primera norma específica que hace referencia a la palabra broadcasting, que tiene que ver con la idea de "sembrar el grano al vuelo", ese es el origen etimológico de la palabra, y que tiene que ver con echar voces al aire que no se sabe quién va a recibir, esa idea de radio es la que nace el 27 de agosto en 1920.
“A partir de 1922 empieza a aparecer en Buenos Aires otras emisoras pero todavía es todo muy incipiente. En 1923 hay en funcionamiento cuatro radios entre las cuales se pueden encontrar tres sistemas distintos de financiamiento. Por un lado, esa originaria Radio Argentina, una radio mantenida por sus dueños, sin publicidad y sin subvención, casi una cosa de aficionados que apuestan a un nuevo medio sin terminar de cerrar el modelo de funcionamiento, Radio Sudamerica que estaba mantenida por el comercio de aparatos receptores, gente que hacia una radio para que se vendieran los aparatos y el negocio estaba en vender receptores de radio, y estaba también Radio Cultura que era la primera financiada por publicidad, qué nuevo que es todo que se encuentra en un puñado de radios, tres sistemas distintos de explotación”, señaló el periodista.
A modo de recomendación, Badenes subrayó la importancia de libros como Locos por la radio: una historia social de la radiofonía en la Argentina. 1923-1947 (Editorial Prometeo 2006) de Andrea Matallana: “Contra muchas historias que tienen derivas en lo técnico u obsesionespor lo legal, es un libro que cruza mucho con la historia social y cultura de la época en un periodo que va desde esos inicios de la radio como broadcasting hasta el momento en que el receptor de radio se transforma decididamente en el centro del hogar, que es en los años 40, la radio empieza a ser casi un integrante de la familia, que está ahí en el living y que se forma una ronda en torno a la radio para escucharla”.
Para el columnista, la autora narra un momento en el cual, en todo el país, eran muy pocos los hogares que tenían heladeras, muy pocos los que poseían estufas, y una pequeña cantidad tenía planchas o máquinas de coser pero casi todos tenía una radio: “La radio termina actuando como un gran mecanismo de integración social que logra llegar a los distintos rincones del país con una programación heterogénea pero que de algún modo da un mensaje común, muchos autores de la historia social piensan que en la búsqueda de una identidad nacional, de una unificación cultural del país, si en algún momento se le asignó al servicio militar y después a la educación pública, la tercera gran apuesta sin duda estuvo puesta en la radio y esto tiene mucho que ver con ese ingreso a cada uno de los hogares”.
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