La serie que Netflix le sirvió al mundo a mediados de marzo se convirtió en un éxito. La historia de liberación personal de una joven que se escapa de una comunidad judía ultra ortodoxa suscitó gran interés de parte la audiencia argentina que rápidamente la posicionó entre la más vista en plataformas digitales. Qué elementos se deben tener en cuenta para entender la amplitud de su recepción.
Emmanuel Taub, investigador del Conicet, doctorado en ciencias sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires, autor del libro Mesianismo y redención. Prolegómenos para una teología política judía se enlazó vía telefónica con al aire de #FuturaEnCasa donde enumeró los elementos que convirtieron a la serie Unorthodox (más conocida en América Latina como Poco ortodoxa) en una de las más vistas en Argentina y en el mundo: “Este fenómeno es coincidencia de un montón de cosas. La serie en sí tiene todos los condimentos para ser un éxito, en dos semanas superó a La casa de papel que era número uno, y eso pasa porque la cuarentena nos hizo totalmente adscriptos a estas plataformas, que son una forma de salir de la muerte que está dando vueltas. Por otro lado es una historia real, eso funciona mucho, está excelentemente bien filmada, con escenas maravillosas, estéticamente es muy linda, hay grandes actuaciones y por sobre todo es una historia de redención, de empoderamiento, de libertad, y una historia en un contexto poco conocido, hasta para muchos judíos, que es la ultra ortodoxia”.
La serie está inspirada en la biografía de Deborah Feldman, una joven agobiada por las presiones de su entorno que decidió apartarse de la comunidad judía ultra-ortodoxa del pueblo Satmar, en Nueva York, y escapar con destino a Berlín. “Satmar es una comunidad ultra urtodoxa jasídica, mesiánica y antisionista, hoy en día los judaísmos se dividen en tres grandes movimientos el ultraortodoxo, el conservador y el reformista. Hacia dentro de los movimientos hay diferentes corrientes, visiones, y dentro de la ortodoxia hay diferentes líneas. Esta es una de la utlra derecha con sus propias características y estas propias características hacen que la serie sea maravillosa porque además muestra un mundo muy particular. Satmar viene de un rabino de una comunidad de lo que era el reino de Hungría en su momento y éste pueblo fue destruido casi en sus totalidad durante la Segunda Guerra Mundial en la shoa, en el holocausto, y los sobrevivientes se instalaron principalmente en Estados Unidos, en Nueva York”, explicó Taub.
A modo de síntesis, el entrevistado volvió sobre el que considera uno de los puntos más sobresalientes que explican este fenómeno de conexión entre las vivencias del personaje Esty, brillantemente interpretado por la actriz Shira Haas y la audiencia: “Esto pega mucho porque se diferencia bastante mucho de nuestros valores, de nuestra construcción subjetiva y de nuestra cultura en general, esta diferencia tan marcada genera mucha fascinación. Además como es un recorrido en el que ella va logrando lo que busca nos sentimos identificados con eso, la gente se identifica con Esty, esta identificación pasa porque nos sentimos parte de alguna opresión en la que queremos ser liberados y estamos bajo la mayor opresión que es el coronavirus”.
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