La firma Suschen SA, ubicada en Rafael Castillo, del partido bonaerense de La Matanza, cerró sus puertas a principios de julio y más de cien operarios quedaron sin trabajo. Dos meses más tarde, gracias al esfuerzo de los y las trabajadores, la fábrica volvió a abrir sus puertas.
En la actualidad esperan que finalice el trámite que iniciaron en AFIP para certificar que se convirtieron en una cooperativa de trabajo y generar su propio CUIT como tal. Silvia Ayala, delegada y empleada de Suschen hace veinte años, habló en Micrófono Abierto a Lxs Trabajadores y relató por lo que pasaron este año: "El 1 de julio hubo un abandono de la patronal. Se fueron y no aparecieron más. Resistimos hasta encontrar la solución. Volvimos a trabajar nuevamente y hoy estamos en un proceso de ser cooperativa, falta poco para la matricula".
La fábrica alimenticia produce entre otras la marca de golosinas "Mielcita" y los jugos "Naranjú". En su momento, el cierre de la planta significó que 105 operarios quedaran sin empleo. En la actualidad "somos 66 mujeres y 21 hombres, 87 en total. En el camino quedaron algunos compañeros que por diversas situaciones no pudieron seguir en la lucha", agregó Silvia.
Desde 1976 que la empresa se encontraba en funcionamiento initerrumpidamente. La crisis del consumo, producto de las decisiones económicas que llevaron adelante los funcionarios del gobierno saliente, sumado a desajustes financieros, provocaron que la patronal declare el proceso de quiebra pendiente de desalojo de la planta. Sin embargo, los empleados resistieron y pusieron otra vez en actividad a las máquinas. En ese recorrido, Ayala contó que el sindicato "nos soltó la mano y no hubo más nada que hacer".
A pesar de ello, el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (M.N.E.R) brindó una charla a los trabajadores de la fábrica de Rafael Castillo: "Esa charla nos dio una luz de esperanza para empezar este nuevo proceso. No sabía que existía un movimiento, ni de qué se trataba. Estamos agradecidos a ellos que se acercaron, y por ellos estamos saliendo adelante". contó la trabajadora. El pasado fin de semana, el Movimiento realizó un Encuentro Nacional con el objetivo de fortalecer la unidad del movimiento y debatir un programa de acción para esta nueva etapa que se viene.
Luego de reactivar la maquinaria llegó el llamado de antiguos clientes que se habían enterado del esfuerzo de los trabajadores: "Nos sorprendimos cuando los clientes volvieron a llamar, dando el apoyo y comprando en pocas cantidades. Eso fue importante para volver a comprar materia prima y volver a producir", detalló.
Antes de finalizar la conversación, Ayala dejó un mensaje esperanzador de cara a una nueva etapa: "Sabemos y tenemos fe que se va reactivar otra vez el país y que vamos a poder salir adelante".
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