Lautaro Saucedo fue baleado por el inspector Francisco Olivares tras un frustrado intento de arrebatarle el bolso a una anciana. El hecho estaba concluido cuando el funcionario apuntó y disparó sin dar voz de alto.
El episodio ocurrió en el barrio de Guadalupe, en la ciudad de Santa Fe, donde el joven de 17 años Lautaro Saucedo trató de arrebatarle la cartera a una señora mayor. La anciana forcejeó con el muchacho y le explicó que allí no tenía nada más que catálogos de venta de productos cosméticos. Saucedo desistió de su intento y volvió sobre sus pasos cuando la señora lo llamó y le entregó cierta cantidad de dinero que llevaba en su bolsillo. El inspector Francisco Olivares se encontraba trabajando de seguridad privada a metros del lugar donde estaba teniendo lugar el hecho, enseguida desenfundó su revolver y, sin dar la voz de alerta correspondiente, disparó a Saucedo por la espalda, causándole la muerte.
Walter Saucedo, padre de Lautaro, se enlazó vía telefónica con el aire de Rap de las Hormigas donde expresó su parecer sobre la versión oficial de los hechos y el registro de las cámaras de seguridad que logró desestimarla: “En un primer momento se hablaba de una situación muy distinta de la que podemos observar en el registro, una situación que se inventó y no se pudo sostener con el trascurrir del tiempo, por eso he sido muy prudente al momento de hablar, rompí el silencio luego de poder ver la filmación y de poder encajar todas las piezas del rompecabezas que no me cerraban”.
Para Saucedo, quien también se desenvuelve como funcionario de las fuerzas de seguridad, el relato policial estaba plagado de irregularidades que muy pronto logró despejar: “Desde el primer momento en que lo vi a mi hijo ya había dos características que me decían que las cosas estaban mal hechas: primero que le había disparado personal policial y segundo que tenía un impacto de arma de fuego en la zona de la espalda, algo que para el personal idóneo no se debe permitir nunca”.
Según lo refirió el padre de Lautaro, no fueron pocas las amenazas y hostigamientos que le llegaron a través de las redes sociales en los últimos días: “Hoy por hoy podemos ver una sociedad que está carente de empatía, nadie se pone en los zapatos de la otra persona y nadie piensa que también tiene seres queridos, que tiene hijos, y que el día de mañana los puede confrontar con una situación semejante que no se la deseo a nadie, soy un padre que está compungido y triste porque realmente conocía a mi hijo, si bien cometió una estupidez, no puedo calificar a mi hijo por un hecho después de haberlo conocido por 17 años y saber la calidad de persona que era”.
En las últimas horas trascendió la foja de servicio de Olivares donde se registraron numerosas sanciones administrativas y causas judiciales por apremios ilegales y diferentes abusos de autoridad. Para Saucedo, su forma de proceder ante el hecho fue arbitraria: “Ningún hecho delictivo justifica poner en riesgo la vida humana, si bien en la audiencia imputativa él dijo que efectivamente hizo un disparo, que tenía intención de disparar y de herirlo para que no escapase del lugar, simplemente tenía que darle contención a la victima, llamar al 911 y en cinco minutos mi hijo hubiese estado en manos de la justicia”
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