El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó el Estado de Emergencia en la región metropolitana, que incluye a la ciudad capital de Santiago, y otras ciudades como la de Valparaíso. Piñera no fue capaz de escuchar las demandas del pueblo y decidió sacar a las fuerzas militares a las calles.
Las movilizaciones en la ciudad de Santiago llevan varios días. Hace cuatro que se decretó el Estado de Emergencia, lo que implica ignorar algunos derechos de la población en virtud de la defensa nacional y que las zonas donde se designó el Estado de Emergencia estén bajo el control del Ejército. Las masivas movilizaciones coinciden con la idea de que el Presidente debe renunciar a su cargo, y también estuvieron marcadas por la represión de las fuerzas militares, lo que generó miles de detenidos, cientos de heridos y cinco personas fallecidas, según las cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile.
"Esa imagen de los militares en las calles es muy fuerte para nosotros porque nos trae a la memoria los años oscuros de la dictadura militar de Pinochet, que terminó hace treinta años. El país está muy impactado. Estamos muy asustados tambièn ante esta situación porque sabemos cómo actúan los militares y, básicamente, nos cierran las puertas en la cara a los que queremos dialogar y queremos un cambio en el país", respondió Alex Araya, periodista y Consejero Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile, a Paseo Inmoral.
Las protestas y movilizaciones comenzaron en la madrugada del 18 de octubre, luego de que el Presidente anunciara el aumento en el boleto del metro - subte - de la ciudad de Santiago. Aquel anuncio llevó a evitar masivamente el pago del boleto del servicio de transporte y sirvió como justificativo a las fuerzas militares para llevar adelante las primeras represiones de este reclamo.
Los diferentes movimientos sociales, estudiantiles y de trabajadores convocan a una huelga general para el miércoles 23 y jueves 24.
Esta polìtica de ajuste es considerada como la punta del iceberg de todas las protestas. Araya reflexionó al respecto: "Incluye un problema más de fondo, una serie de malestares sociales que se venían acumulando hace años en el país, desde que se empezó a implantar el modelo neoliberal a principios de los años '90. Chile fue un campo de experimentación de la economía neoliberal totalmente abierta. Por muchos años se pensó que era un modelo exitoso pero ahora estamos pagando las consecuencias de eso: se privatizaron las pensiones, los servicios básicos y los recursos naturales".
Debido a la magnitud que tomaron las diferentes manifestaciones en desacuerdo a esta política de aumento en el boleto del metro, el Presidente retrocedió en su decisión y suspendió la medida en cuestión. Cada vez son más las personas que critican la gestión actual y las movilizaciones se realizaron bajo la consiga "Chile despertó" y se sumó la de sacar de las calles a los militares y que vuelvan a los cuarteles: "Se está dando un sentimiento de unidad y de identidad que no se daba antes en Chile. Es muy significativo porque daba esa sensación de que Chile estaba muy dormido, que era muy pacífico, que estas cosas no la afectaban y que no iba a pasar nada similar a lo que pasa en otros países de la región. Era un 'oasis en América Latina', como dijo el presidente Piñera hace unas semanas. La gente está saliendo a las calles, está muy indignada y además está forjando esa unidad con los trabajadores y estudiantes", describió el periodista desde el país vecino.
Ante la consulta sobre cómo serán las próximas horas para el Presidente teniendo en cuenta el apoyo masivo y popular de estas jornadas de protesta, Alex Alaya expresó: "El gobierno de Piñera va a estar muy debilitado. Definitivamente va a tener que ceder en su proyecto privatizador, va a tener que calmar ese afán de seguir privatizando los servicios públicos. Viene un periodo muy difícil para él, donde va a tener que mesurar su proyecto y tratar de conciliar con la oposición".
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Paseo Inmoral, lune a viernes, desde las 19 horas.