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Nieto 130: “Sigo buscando a mi hermana o hermano”

Conferencia de prensa de Abuelas anunciando una nueva restitución

A Javier Matías lo desaparecieron con cuatro meses de edad. Una mujer lo encontró en la calle a cuadras de la ESMA en diciembre de 1977 y lo dio en adopción. Se acercó a Abuelas porque "el derecho a la identidad no se negocia, no se abandona y no se olvida" .

En una emotiva conferencia de prensa, en la cual estuvieron presentes familiares de desaparecidos y referentes de Derechos Humanos, nietos y nietas recuperadas, el nuevo nieto llena de esperanzas esta extensa búsqueda por la memoria verdad y la justicia.

“Abuelas de Plaza de Mayo comunica una nueva restitución, la número 130. Se trata de Javier Matías Darroux Mijalchuk, hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos en diciembre de 1977. Él está aquí para relatar su búsqueda, que la sociedad conozca su caso y tal vez así obtener algún dato sobre el destino de sus padres. Las investigaciones realizadas por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y más tarde por la Unidad Fiscal Especializada para Casos de Apropiación de Niños no han podido arribar a ninguna información concluyente. Gracias al trabajo conjunto de Abuelas, la CONADI y el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), Matías pudo encontrarse con su familia, saber su origen biológico e iniciar otra búsqueda –la de su hermano o hermana–, ya que, al momento de la desaparición, Elena estaba embarazada de dos meses”, así comienza el comunicado de Abuelas de Plaza de Mayo.

El nieto recuperado 130, Javier Matías Darroux Mijalchuk, contó en conferencia de prensa: “Hace tres años me enteré de mi identidad, fui haciendo casi todos los trámites para recuperarla. No lo comunicamos antes porque todavía no hay una sentencia de la Justicia sobre la desaparición de mis padres. Ahora queremos hacerlo público para poder encontrar a mi hermano o hermana, que hasta el día de hoy no tenemos información”.

“Me resistía a acercarme a Abuelas porque estaba bien con quién era, o eso creía, pero a fines de 2006 entendí que si buscar mi identidad no era tan importante para mí no podía ser tan egoísta porque del otro lado podía haber personas buscándome”, dijo Javier Matías.

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