Otra forma de producir alimentos es posible, este modelo propone mejorar la calidad de vida de productores y consumidores, a la vez que disminuye el impacto sobre el uso del suelo
En diálogo con Arriba Hormigas, la docente de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, y titular adjunta de la Cátedra de Agroecología, Claudia Flores, desarrolló los puntos de mayor interés de la disciplina agroecológica, la cuál "va bastante más allá de la forma de producir, también abarca las dimensiones económicas y sociales"
Flores señaló las desventajas de otras producciones, como la industrializada o la orgánica, con las cuales "se deteriora el suelo en la producción o el tema del precio, se supone que un producto agroecológico tiene que ser de acceso a todo el mundo y en general los productos orgánicos tienen sobreprecios elevados con respecto a un producto convencional y eso hace que no sea de acceso a toda la población".
Por último, remarcó otras variables que haría de la agroecología, una opción mucho más viable en comparación a formas de producción más convencionales donde "los insumos son a valor dólar y los productos no le pagan nada a los productores, a las quintas, entonces, esto es una opción porque, además de ser saludable, ayuda a bajar muchísimo los costos de producción y si a eso le sumamos sistemas de comercialización, directo al consumidor, en bolsones, ferias y demás, el productor encuentra un beneficio económico enorme".
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