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La masacre del pabellón séptimo

Jueves 26 de septiembre de 2013

Entrevista a Hugo Cardozo, sobreviviente.

La masacre del pabellón séptimo se produjo el 14 de marzo de 1978. A sólo 3 meses del mundial, el clima de terror en el que vivian los privados de libertad se agudizaba. Como parte del aparato represivo instaurado en la dictadura militar, en el pabellón de Villa Devoto convivían 161 presos comunes y aproximadamente 1500 presas políticas.

 Hugo Cardozo tenía 19 años y se encontraba detenido, en el pabellón séptimo  era uno de los presos denominados “comunes”. El día anterior a la masacre, Cardozo junto con sus compañeros estaban viendo la  televisión cuando  un guardia les ordena que lo apaguen. Esto genero una discusión entre el celador y  uno de los detenidos al que luego terminó castigándolo.

 Pasada la noche, alrededor de a las ocho menos cuarto de la mañana ingresaron aproximadamente 70 guardias  para  realizar una requisa. Eran tres grupos claramente diferenciados por su indumentaria. Provenían de distintas áreas de la unidad penitenciaria. Las requisas no solían durar más de unos diez minutos, ese día no fue de rutina. Los efectivos comenzaron a golpear “más de la cuenta” .La violencia se fue acrecentando y los detenidos se intentaron defender pero el personal de servicio comenzó a disparar “eligiendo los blancos”. Los agredidos en un intento desesperado para alejar la agresión comenzaron a arrojar lo que tenían cerca: calentadores, platos, papas, vasos, etc. Utilizaron los colchones y las camas para tapar las rejas y que los guardias tengan menos ángulos de tiro. Un calentador cayó sobre los colchones, comenzó una llama que se  extendió e inmediatamente los guardias arrojaron un balde con kerosone que generó una explosión. Las llamas se propagaron rápidamente, mientras los gritos de auxilio y desesperación continuaban. Hugo y sus compañeros se subieron a las ventanas para poder respirar aire fresco cuando advirtieron la presencia de helicópteros de los cuales también se disparaba. El fuego, el humo y el hollín  envolvieron al pabellón entero transformando “la mañana en noche”. Cardozo recordó que días antes había leído un artículo  que explicaba: entre el piso y el humo queda una pequeña porción de oxigeno. El oxigeno nunca se termina. Humedeció una toalla y se cubrió su cabeza, se tiró al piso y termino desmayándose. Despertó cerca de las once y “el pabellón era un infierno” .

   Los sobrevivientes abrieron un pasillo entre muebles quemados para llegar hasta el baño y beber agua que había quedado en un pileton. Desde afuera les gritaban que “ salgan ya “. Luego de semejante tortura, los sometieron a una nueva golpiza. “Desesperado corrí por ese túnel de golpes del servicio penitenciario, en mi vida lo hice a tanta velocidad“, recordó Hugo
 Los encerraron en el calabozo de castigo hasta ser llevados al hospital. Le diagnosticaron quemaduras de tercer grado en el hospital Salaverry  y tardo varios meses en recuperarse.
 Cardozo escondió mucho tiempo su historia. Incluso cuando le preguntaban sobre sus quemaduras inventaba alguna historia.

  En el 2008 después de 30 años un periodista publica una nota con su historia y Claudia Cesaroni  la leyó. 3 años pasaron hasta que se contacto con Hugo y comenzó a gestarse el proyecto de “Masacre en el pabellón séptimo”, libro que fue publicado recientemente .

Lo que comenzó con un protesta contra una brutal represión terminó con la muerte de  personas desarmadas y desesperadas a lo que las versiones oficiales denominaban  “El Motín de los colchones” apuntando  la responsabilidad a las propias víctimas. Al día de hoy no se sabe que cantidad de personas fueron asesinadas.

    Se inició una causa judicial y en julio de 1979 se decretó “ Sobreseimiento provisorio”. Las torturas, los asesinatos cometidos a los detenidos en marzo del 1978 ,en plena dictadura militar , quedaron impunes.  Ningún guardia del servicio penitenciario fue procesado. De la historia carcelaria es la masacre más grande en nuestro país. En marzo de este año se presentó un pedido ante el Juzgado Federal 3 a cargo de Daniel Rafecas para reabrir e investigar el caso y considerarlo como delito de lesa humanidad.

Entrevista completa a Hugo Cardozo

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