Justo José López, exsargento de la comisaría Novena de La Plata, murió tras una grave enfermedad sin aportar información sobre el paradero del cuerpo del estudiante de Periodismo de la UNLP.

“López venía arrastrando un cáncer de esófago que se le fue como agravando en los últimos días, hubo que internarlo. Era una situación de salud muy complicada y se terminó muriendo, con ese silencio que se llevó lo que pudiera saber sobre dónde había sido arrojado el cuerpo de Miguel”, inicia Pablo Morosi.
Justo José López, exsargento que formó parte del Servicio de Calle de la comisaría Novena de La Plata, fue el último en verlo con vida. De los cuatro policías condenados en el juicio oral de 1999, era el único que aún seguía detenido. Cumplía su condena en la Unidad Penal Nº 24 de Florencio Varela.
El periodista, autor del libro "¿Donde esta Miguel?", amplía que Rosa Bru “intentó, de distintas maneras que hablara, cuando se enteró que estaba muy mal quería ver si por lo menos se jugaba una vez más la posibilidad de hablar o que alguien tratara de sonsacarle, de alguna manera, ese silencio tan firme”.
En diálogo con Los Mundos Posibles, señala que no se trató solo de contemplara una morigeración de la pena, “sino dejar de lado directamente toda reproche penal a cambio de que dijera algo, que recuperara la libertad absoluta, eso lo había hablado ella”.
“Rosa lo fue hablando con los distintos dirigentes y las distintas instancias judiciales, pero no hubo forma de que quebrara ese silencio, no hubo manera, seguía aferrado a la idea de que él había sido víctima de una movida política y que era inocente, se murió diciendo eso”, concluye.
