Impulsada por jóvenes independientes que exigen un mejor estado de bienestar, desde salud hasta educación, y el fin de la corrupción. Una lucha transversal que se da en Nepal, Marruecos, Argelia y Filipinas.

“La prensa internacional ha dado en llamar 'las protestas de la Generación Z'”, inicia Alejandro Palombo, pero aclara que “la llamaría reclamos de la juventud obrera precarizada, los términos de generación normalmente disuelven las fronteras de clase lo cual es bastante útil para no llamar a las cosas por lo que son”.
El columnista de Los Mundos Posibles señala que “lo que normalmente une a estas protestas, disímiles, y cada una con la marca de particularidades nacionales es en general la falta de educación, de salud, de médicos de maestros de países muy desiguales”.
Sobre las diferentes manifestaciones, el Licenciado en Ciencias Políticas, explica que "no hay ninguna precisión sobre lo que se pide porque la gente sabe lo que necesita, el tema es cómo organizar eso políticamente y quién lo capitaliza, esa es la gran clave de toda esta clase de protestas muchas de ellas muy valientes y belicosas dispuestas a hacer caer los gobiernos”.
Los movimientos de jóvenes se vienen sucediendo en Nepal, en Filipinas, también pasó en Indonesia, Madagascar, Argelia y Marruecos.“En Marruecos, el detonador fue una gran marcha muy masiva que terminó con represión y el asesinato de decenas de personas, el escarnio público de los funcionarios y la quema del Palacio de gobierno. La de Nepal probablemente, como es un gobierno presuntamente comunista fue la que mayor cobertura tuvo, por su cariz político. La ausencia de canales institucionales habilitó a que plataformas digitales puedan asumir un rol de legitimidad política”, ejemplifica.
“La ausencia de canales institucionales habilitó a que plataformas digitales puedan asumir un rol de legitimidad política. Hay una enorme diferencia entre cómo viven los funcionarios y cómo vive el resto de la población”, señala.
Por último, remarca que “buena parte de estos jóvenes nacidos entre mediados de los 90 y el 2010, en argentina por ejemplo muchos votaron a Milei y es la enorme diferencia con estos países que no encuentran representación política, este inconformismo se procesó de otra manera, en la calle y no en las urnas”.