Al igual que en diputados, el rechazo al veto presidencial cosechó mas de dos tercios en la cámara alta. Lo mismo pasó con la Emergencia en Pediatría.

Octavio Miloni, secretario general de ADULP (Asociación de Docentes Universitarios de la Plata), anticipaba en Los Mundos Posibles que desde su sector “tenemos mejores expectativas, según nuestro conteo de apoyos al acompañamiento de la ley, al rechazo al veto, en Senadores ya era abrumadora la diferencia”.
La Ley de Financiamiento Universitario propone actualizar las partidas presupuestarias con base en la inflación acumulada entre 2023 y 2024. Además, establece la recomposición salarial docente retroactiva a diciembre de 2023, con ajustes automáticos y mensuales según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) hasta diciembre del año 2027.
“Es un destrato permanente por parte del gobierno, una vocación de reducir y vaciar, porque en algunos ámbitos donde tiene injerencia directa, echan gente sin más. En la universidad hay autonomía, por lo cual la manera de vaciar no es echando directamente docente a otro docente, sino vaciándola de financiamiento, en los salarios, en los gastos de funcionamiento y así expulsando gente del sistema”, describe en Los Mundos Posibles.
Hace dos semanas la cámara de Diputados aprobó el rechazo al veto de Javier Milei a la ley, con una abrumadora mayoría de 174 votos a favor y 67 en contra.
