En una asamblea con ejes centrales en los conflictos en Gaza y Ucrania, el primer ministro israelí fue abucheado cuando dio su discurso. Argentina fue una de las pocas delegaciones que no abandonó la sala para escucharlo.

La celebración del 80 aniversario de la Organizción de Naciones Unidas quedó expuesta por la debilidad del multilateralismo debido a las guerras en Gaza y Ucrania. Cuando Benjamin Netanyahu tomó la palabra varios representantes de los países abandonaron el recinto. Una de las pocas delegaciones que se quedó fue Argentina.
“Netanyahu interviene y queda una imagen muy gráfica del aislamiento político internacional que está sufriendo Israel. Porque se fue todo el mundo cuando le tocó dar su discurso. Lo abuchearon. La Argentina no se retiró, para escuchar un discurso que se transmitió por alto parlante en Gaza, por si faltara algún dejo más de crueldad", remarca Alejandro Palombo.
El columnista de Los Mundos Posibles, amplía que “mientras Netanyahu insistía en que Israel no va a reconocer a ningún Estado palestino, cuando ya grandes potencias que han ayudado y son cómplices le dicen que llegó el momento de reconocerlo, pero para él esto es una locura que premia al terrorismo”.
Consultado sobre el rol de Donald Trump y el papel que quiere jugar Estados Unidos, explica que el lider republicano "quiere debilitar a todos los organismos multilaterales y al mundo multilateral en sí, transformar al mundo en la ley de la selva, en donde las naciones más fuertes, en donde los imperialismos que proyectan un poder regional o mundial, se repartan todo sin reglas”.
“También es difícil revitalizarla como para que efectivamente funcionen los hechos. Porque es fácil decir, como dijo Trump, que la ONU tiene potencial pero que no está a la altura, que no funciona, pero eso pasa por su culpa”, concluye.