Los presidentes de Estados Unidos y Rusia, respectivamente, tuvieron una cumbre en Alaska buscando un alto fuego en la guerra con Ucrania. Si bien no hubo un acuerdo final, ambos coincidieron "en muchos puntos".

“Es sustancial en términos de lo que soluciones prácticas va a traer en el corto plazo. Trump dijo que sí expresó un cambio de posición, porque se venía barajando la posibilidad de un alto al fuego y que lo mejor sería llegar a un acuerdo de paz duradero", introduce Alejandro Palombo, sobre la cumbre entre los mandatarios.
El columnista de Los Mundos Posibles agrega que “es evidente que Putin se siente más cómodo con Trump que con los demócratas, e incluso con anteriores republicanos, de hecho el presidente ruso definió esto como ‘conversaciones constructivas’, ese fue el término que usó”.
La reunión realizada en Alaska, en la base aérea de Elmendorf, la mayor instalación militar de Estados Unidos, marcó la primera vez que Putin pisó territorio occidental desde que ordenó la invasión en febrero de 2022. El encuentro no concluyó con ningún acuerdo concreto sobre el rumbo de la guerra en Ucrania.
“Trump hoy, en redes sociales, que si Zelensky (presidente de Ucrania) quiere puede conseguir la paz. Y Marco Rubio (Secretario de Estado americano) declaró que ambos países tienen que ceder en algo, por lo cual estamos abriendo la puerta a que Ucrania ceda en algunas de sus demandas", señala.
El Licenciado en Ciencas Politicas, remarca que “el objetivo de Rusia, según la prensa europea, era alejar el foco de las conversaciones sobre la guerra con Ucrania y ponerle mayor acento a la cooperación económica entre ambos países”.
“Los líderes europeos no saben bien qué es lo que se discutió ahí y por eso se ponen como se ponen. Entonces esto es lo que los alarma. Según un estudio de la ISW (Instituto para el Estudio de la Guerra) Rusia no estaría tan fuerte como se presenta, porque las exportaciones en petróleo se redujeron de una forma significativa y además estaría entrando en un déficit presupuestario por los años de sangre de la guerra, el más grande de los últimas tres décadas”, explica.
El lider republicano dijo que restan pocos temas por resolver con Moscú, todavía no están claras las cartas sobre la mesa, pero se va notando una sintonía.