Nora Calandra, subsecretaria de Inclusión Laboral y Comunitaria de Personas en Conflicto con la Ley, detalla cuáles son los ejes de trabajo de un organismo clave para la resocialización de personas privadas de su libertad en PBA.

“Vengo de un recorrido que me llevó al compromiso de militar por los derechos de los pibes, de los jóvenes y no tanto, que el primer contacto que tienen con el Estado es cuando aparece un patrullero en la puerta llevándoselos a la comisaría y después a la cárcel, antes no estuvo presente”, reflexiona Nora Calandra en Los Mundos Posibles.
La titular de la Subsecretaría de Inclusión Laboral y Comunitaria de Personas en Conflicto con la Ley, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, explica que la situación “lleva a que las bandas delictivas, mucho más el narcotráfico, dé la respuesta a gente que no la tiene del Estado y eso no puede pasar, porque después cuando el pobre comete el delito ahí sí aparece para dar una respuesta, que es el encarcelamiento”.
“Hay una realidad que está pasando en los barrios populares: el avance del narcotráfico y de la narcoestructura, sumado al retiro del Estado. Y lo que teníamos como una respuesta inmediata son las organizaciones sociales, que también están siendo criminalizadas y desfinanciadas por el Estado nacional”, remarca.
Sobre el trabajo que realizan en la Subsecretaría de Inclusión Laboral y Comunitaria de Personas en Conflicto con la Ley, describe: “Nuestras líneas de trabajo son empezar a abordar y hacer un abordaje integral a las personas que están privadas de la libertad, ampliando la oferta laboral, formativa, lo educativo también, proponiendo ofertas culturales, recreativas, acompañando la propuesta de proyección de vida en libertad”.
"Entendiendo que esas personas van a volver a sus barrios, a su casa, y tienen que hacerlo de la mejor manera posible, con herramientas de transformación, no solamente para ellos, sino para su familia y para la sociedad, para una sociedad justa. Es eso lo que queremos", asegura.
Nora Calandra estuvo privada de su libertad, fue madre mientras estuvo detenida y su militancia se construyó en la Rama de Liberados y familiares del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).