El Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores presenta un artículo que responde a preguntas frecuentes ante la presencia de arácnidos en la vivienda. La investigadora Sandra González ofrece detalles sobre la especie y sus características.
Publicado recientemente en el portal de la Universidad Nacional de La Plata, el articulo "La UNLP advierte cómo actuar ante la picadura de una araña" es un compendio de preguntas frecuentes que explican cómo proceder frente a la presencia de arácnidos en el hogar. Es un trabajo científico, escrito por Alda González y Sandra González del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores, que desmitifica muchos de los sentidos comunes generados por los medios de comunicación en torno a esta especie.
“Hay muchos mitos al respecto, muchas creencias populares, también desconocimiento, el no saber de qué se alimentan las arañas. Las arañas no nos vienen a buscar a nosotros, como puede ser el caso del mosquito, que se alimenta de sangre. En cambio ellas se alimentan de insectos o de otros arácnidos, el accidente ocurre porque las molestamos sin darnos cuenta, pero ellas no nos necesitan a nosotros como alimentación”, introduce Sandra González en Los Mundos Posibles.
Según el artículo, en caso de accidente, el veneno inyectado en el ser humano, produce una reacción local y no reviste atención médica en la mayoría de los casos. Es importante destacar que las arañas no atacan, las arañas sólo se defienden, siendo entonces sólo potencialmente generadoras de accidentes. “Son poquísimas las que son realmente peligrosas para el humano”, aclara González.
Otra de las características que destaca la científica es la capacidad que tienen las arañas de funcionar como bioindicadores: “En la medida que aparece mayor diversidad de grupos de arañas, nos están indicando que el ambiente es más natural. Además, colaboran en el rol ecológico de poder depredar -es decir que se alimentan- insectos, dentro de esos insectos que les sirven de alimentos están las plagas de la agricultura. Tienen un rol benéfico en la naturaleza, la mayoría lo cumplen, pero la gente no lo sabe”.
“Prácticamente todas tienen veneno, pero muy poquitas, sólo el 0,08 % de las arañas en el mundo tiene un veneno de importancia sanitaria, nada comparado con lo que la gente imagina. Por esto es importante poder reconocer las que son realmente peligrosas, que son muy poquitas”, detalla la entrevistada.
A la hora de enumerar las arañas de importancia Médica en Argentina, el artículo señala a la “viuda negra” o “rastrojera” (nombre científico: Latrodectus), de abdomen globoso y negro con manchas rojas o pardo con manchas rojo parduzcas, que está presente en todo el país, pero tiene bajos niveles de agresividad; la "araña marrón" o "violinista" (Loxosceles), de patas marrones y abdomen pardo negruzco a grisáceo, la única que presenta cierta peligrosas para los humanos, existe un suero especifico para neutralizar su veneno; y la "araña de los bananos" (Phoneutria), de color castaño oscuro, pardo, con pelos rojizos, que viven en cuevas o entre la vegetación, y para cuyo veneno también existe un suero.
González también mencionó la app ¿Es una araña o un escorpión?, confeccionada por el Laboratorio de Aracnología del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), a la que se describe como una herramienta de interrelación entre los especialistas y la comunidad. La aplicación permite consultar por la identificación de un ejemplar, disponer de un catálogo con fotos y datos de las especies de importancia sanitaria, y de las especies más comunes que habitan en viviendas y jardines. También existe un apartado con las medidas preventivas para evitar accidentes por picaduras.
A modo de conclusión, la científica reafirma que “ellas tienen un rol ecológico, nosotros debemos preservar el ambiente donde viven y sabiendo que son tan poquitas las que pueden llegar a producir problemas médicos, nuestro rol principal es protegerlas porque tienen un rol central para el ecosistema. Nos están ayudando con el control de plagas”.