El Festival de Tango de la República de La Boca celebra su 15ª edición con un evento cultural único que se extenderá hasta el 7 de diciembre.
Comenzó una nueva edición del Festival de Tango de la República de La Boca, que se celebrará hasta el 7 de diciembre. En su 15ª edición, este evento promete una programación variada que combina lo mejor del tango clásico y contemporáneo, la música, la danza, el cine y la literatura, con una fuerte impronta barrial y autogestionada.
A lo largo de los años, el Festival de Tango de la República de La Boca se ha consolidado como uno de los eventos tangueros más importantes del calendario cultural de Buenos Aires, destacándose por su enfoque inclusivo y accesible. Ha logrado un equilibrio único entre la tradición tanguera y las propuestas emergentes, creando un espacio donde artistas consagrados y nuevos talentos comparten escenario.
En esta edición, ofrecerá una serie de actividades en ocho sedes distintas del emblemático barrio de La Boca, que incluyen milongas, conciertos, charlas, exhibiciones de baile, proyecciones de cine e incluso instalaciones artísticas. Como en años anteriores, todos los eventos serán a la gorra, reafirmando el compromiso de ofrecer un acceso libre y popular tanto a vecinos como a turistas.
“Esa gratuidad la mantenemos para que sea de acceso popular. De ese modo seguimos resistiendo y apostando a la autogestión”, explicó Pablo Bernaba, uno de los organizadores.
La jornada inaugural se realizó en el Museo Histórico de La Boca (Av. Alte. Brown 1399), donde se rindió homenaje a Rosita Quiroga, una de las voces más emblemáticas del tango del Siglo XX. La cantante Celeste González fue la encargada de homenajearla, acompañada por el músico Pablo Banchero. La noche continuó en el espacio Trasnoche Malevaje, con shows de Santa Cecilia, La Gran Ceremonia y el DJ Darío García.
Un festival con fuerte identidad barrial
Este festival se distingue por su fuerte componente barrial. La Boca, históricamente vinculada al tango y a la cultura porteña, se ve reflejada en cada rincón del evento. "El objetivo principal es revalorizar el tango para el barrio y el barrio para el tango", aseguró a Cacodelphia. El festival no solo es un encuentro de músicos y bailarines, sino también una plataforma de resistencia cultural, un espacio donde se sigue apostando por la autogestión en tiempos complejos.
“Este es el festival más largo de los que hemos hecho”, comentó Bernaba. “El desafío es poder sostenerlo en estos tiempos, y sobre todo desde la forma en que encaramos el festival, manteniendo la autogestión y la organización, recurriendo a algunos sponsors para que no todo sea a pulmón”, dijo. “En este caso, el festival fue armado a partir de cada una de las ocho sedes, que han organizado su propia movida. Nosotros coordinamos eso para que haya una agenda en común, pero cada espacio organizó lo suyo”, explicó el músico y docente.
Bernaba también destacó la importancia del festival para la movida tanguera: “Es un espacio de resistencia que se realiza en un lugar de resistencia. No pensábamos llegar tan lejos cuando lo comenzamos. De hecho, dejamos la puerta abierta para un segundo festival, pero nada fue sencillo; lo fuimos llevando, y con distintas variantes, cada año fue teniendo su propio sello”.
En relación a la evolución del festival,señaló que este año, además de contar con más sedes, incluye al Teatro Catalinas Sur, otro espacio representativo del barrio. “El espíritu sigue siendo el mismo: que sea con acceso popular, que abarque espacios representativos del barrio y que integre el tango de este tiempo con el del Siglo XX. Es decir, que haya espacios para los clásicos, pero también para los grupos emergentes”, explicó.
"La música del tango del Siglo XXI es muy heterogénea, y eso es lo que intentamos mostrar en el festival. No nos afincamos en una estética puntual. Hay mucha gente joven, y tratamos de que la movida sea lo más amplia posible", concluyó Bernaba.
El tango del Siglo XXI y sus desafíos
El tango contemporáneo, a pesar de sus figuras reconocidas, enfrenta desafíos importantes. Según Bernaba, uno de los principales retos es lograr que el tango actual logre trascender más allá de sus nichos tradicionales. “El tango sigue siendo un género marginal, muy underground. Aunque ha crecido, todavía no hemos logrado que llegue a las nuevas generaciones de manera masiva”, afirmó el bandoneonista y fundador del Quinteto Negro La Boca. “El tango no es una música mainstream, sigue siendo muy under. No hemos podido generar un público grande. El tango emergente tuvo un crecimiento hasta un tiempo antes de la pandemia y luego se estancó”, explicó.
“La idea es revalorizar el tango para el barrio y el barrio para el tango"
Consultado sobre si el estancamiento del tango emergente se debe a la falta de visibilidad, la resistencia del público tradicional o la poca difusión, Bernaba fue claro: “El apoyo institucional no genera un público. Ayuda a conseguir algunos contratos, pero no hace que la gente te escuche. Además, el tango tradicional tampoco puede decir que hoy está copando la parada. Los medios tienen algo que ver, pero en definitiva, como productores de música, somos nosotros quienes no hemos logrado tocar la fibra más íntima de la gente, como otros géneros lo han hecho”. En ese sentido aseguró: “Como diría Di María, no hemos logrado atravesar la pared”.
Agenda destacada del festival
El festival continúa con una intensa programación de actividades. El viernes 29 de noviembre, el Barquero de La Boca (Lamadrid 821-825) será escenario de una serie de presentaciones, destacándose la milonga Entre Gambas con DJ Absurda Milonga y el show en vivo de Chino Barbieri y Gabriel Clenar. El sábado 30, el Teatro Brown será el lugar de las actuaciones de Alma de Loca y Los Hermanos Butaca.
El domingo 1 de diciembre se proyectará el documental Roberto Polaco Goyeneche: las formas de la noche en el Galpón de Catalinas, mientras que el martes 3 de diciembre, el periodista Rulo Dellatorre ofrecerá una charla sobre la relación entre la cultura, la economía y el tango.
La gran clausura del festival será el sábado 7 de diciembre, con una jornada que fusionará tango y boxeo. El Quinteto Negro La Boca, uno de los grupos más representativos de la escena tanguera contemporánea, será el encargado de cerrar el evento en el Teatro Brown. “Cerramos con el Quinteto Negro en el Brown, que además será la última fecha del año. La compartiremos con Quinteto por nocaut, un conjunto que se armó a partir de la Orquesta La Vidú. Habrá exhibición de baile y tango-box, así que será una noche pugilística para el cierre”, contó Bernaba.
Un legado barrial y cultural
A lo largo de sus quince años, el festival ha logrado ganarse un lugar en el corazón de la comunidad tanguera y del barrio de La Boca. Su propuesta sigue siendo tan diversa y rica como el propio tango, y se ha convertido en una cita imperdible para los amantes de la música y la cultura porteña. Además de la música, el festival contribuye a la preservación de la identidad cultural del barrio, un espacio donde el tango se fusiona con otras expresiones artísticas y populares, creando un ambiente de resistencia y creatividad.
“El barrio está siempre en movimiento por diversas razones. Es un barrio en permanente combustión, como un volcán, donde siempre se están haciendo cosas. El tango no es lo más popular, pero por lo que veo en las redes, el festival se percibe muy bien. No solo se trabaja con el público del barrio, y eso también está bueno”, afirmó Bernaba, quien destacó que el festival también contribuye a la preservación de la identidad cultural de La Boca.
“La idea es revalorizar el tango para el barrio y el barrio para el tango. Esas dos cuestiones atraviesan el festival. A pesar de las dificultades de este año, estamos muy contentos de poder hacer un festival más largo y con más artistas. No es poco. Esperamos que la gente se acerque”, concluyó.