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Quiénes son Las Rastreadoras, las mujeres que lideran la búsqueda de desaparecidos en México

Ante la falta de respuesta estatal, se organizaron y desarrollaron su propio método de detección de fosas clandestinas. En un país donde hay más 100.000 personas desaparecidas, cómo llevan adelante esta tarea.

Las rastreadoras son mujeres que encabezan las brigadas de búsqueda de desaparecidos en México. Su labor ha desenterrado no solo cuerpos, sino el horror y la impunidad que se vive en ese país. Las autoridades invisibilizan sus hallazgos y las agreden. Los periodistas Guillermo Rivera y Lauro Rodríguez realizaron una investigación que dejó mucho material para conocer el trabajo que llevan a cabo.

Sobre el origen de las rastreadoras, ambos coinciden que se trata de “una persona que se ve obligada a buscar a su familiar desaparecido y hace lo que sea por poderlo encontrarlo, incluso excavar debajo de la tierra, pero ¿por qué decimos que es una obligación? Porque nadie más está buscando a sus desaparecidos, las autoridades están fallando, fallaron desde el primer momento en el que no tuvieron las políticas públicas necesarias para prevenir la desaparición”.

En diálogo con Los Mundos Posibles, agregan que “después fallan en no buscar a esa persona desaparecida y por lo tanto son las familias las que se vieron obligadas a unirse en colectivos para generar estas acciones de rastreo y de búsqueda para con esto poder encontrar a miles de personas desaparecidas en México, en cada una de las entidades federativas del país y que esto ha arrojado el hallazgo de miles de fosas clandestinas a lo largo de la última década al menos”.

Los grupos de rastreadoras normalmente están encabezados por familiares de las personas desaparecidas, que son quienes componen los equipos de búsqueda. Según resaltan los entrevistados “normalmente son mujeres, que se convierten en verdaderas investigadoras”.

Debido a esta inacción por parte de las autoridades en el país se ven obligadas a realizar las acciones de búsqueda, desde la intuición y la ignorancia al principio, porque nadie sabe, nadie sabe qué haríamos primero en caso de que un familiar desaparecido y ellas lo que han hecho es esto y poco a poco han ido perfeccionando las formas de búsqueda”, explican.

Según los datos estadísticos que aporta la plataforma CONNECTAS, en 2022, solo en 10 fiscalías de las entidades se documentaron 358 fosas clandestinas. De este total, más de la mitad fueron localizadas por ellas. A esto se le agrega que al corte del 14 de diciembre, 108.920 personas permanecen desaparecidas en México.

La línea histórica de datos muestra que desde 2016 se ha incrementado el número de fosas clandestinas reportadas, según los datos oficiales de las fiscalías en 23 entidades del país. ¿Pero cómo inicia una búsqueda de una rastreadora? Preguntan, hacen entrevistas con la población que vive cerca de la zona y comienzan a rastrear esos sitios donde puede haber fosas clandestinas.

Es un proceso que es muy largo. En primer lugar, las familias, por su labor de investigación han tenido que aprender a investigar y capacitarse, saber cómo detectar cuáles son las zonas donde puede haber fosas clandestinas, pero también reciben muchos llamados anónimos, muchos mensajes anónimos de personas que saben dónde puede estar una fosa clandestina, podríamos decir que esas son como las dos principales fuentes de información”, resaltan.

Deciden ir por su propia cuenta a estos sitios, aún sin seguridad, aún sin el acompañamiento de las autoridades, y hacen las labores de excavación. Para esto utilizan una varilla que les permite saber si en ese sitio hay o no alguna fosa clandestina. Empiezan a excavar con picos, con palas, y entierran esta varilla, después la extraen y la huelen. Depende del olor que emane, es la señal de si hay o no”, enumeran.

Por último, destacan que algo muy importante alrededor de todo esto es que “se han conformado como grandes organizaciones que lideran estos grupos en los que se crean simposios, talleres, organizaciones que están preocupadas por la situación en la que están, grupos de ayuda, grupos psicológicos, porque en realidad cargar con toda esta situación es sumamente difícil. Creo que es bueno, es trascendental. Estos grupos que se han formado han ido haciendo tantos hallazgos, pues no paran, debido a que el fenómeno sigue”.

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