El sociólogo e investigador argentino, Daniel Feierstein, especialista en el estudio de las prácticas sociales genocidas, planteó la necesidad de que la lucha por los DD.HH alcance a la discusión que quieren dar las nuevas generaciones.
El sociólogo Daniel Feierstein, recapituló la historia de la lucha por los derechos humanos en Argentina desde la dictadura hasta la actualidad, donde se impone un discurso negacionista. En esta línea de tiempo, el investigador coloca la "Carta abierta a la Junta Militar" de Rodolfo Walsh como uno de los primeros momentos donde se plantea que los que se estaba desarrollando era una genocidio.
"En ese primer momento por ahí había dos cuestiones en juego en la utilización: Uno era, que es un proceso represivo que no es igual a otros de los que hemos vivido y por eso la idea de genocidio. Pero por otro lado, algo que también esta presente tanto en Walsh como en otros documentos, y es la conexión con una transformación socioeconómica. No se trata solo de la magnitud represiva sino también de la voluntad de transformar el funcionamiento de la sociedad", señaló Feierstein.
En esta línea, Feierstein señala que previo a la apertura de las causas por delitos de lesa humanidad, durante los '90 y la irrupción de la agrupación H.I.J.O.S, "se da la discusión más conceptual y justamente la causa Etchecolatz es la primera. La causa donde declara Julio".
"La realidad es dinámica y esto significa que lo que funciona en un momento, no necesariamente funciona después", explicó en relación a la revitalización de la lucha de en DD.HH al ingresar los hijos de desparecidos al reclamo. Los juicios, fueron "un momento de legitimación de acción del aparato militar, del hecho, y esto tuvo mucho que ver con el juicio a las juntas. Poner sobre la mesa las características propias de este sistema de terror tuvo una importancia sobre todo para la generación que había vivido esos hecho con un montón de casos de este gobierno".
Actualmente, para el sociólogo, estamos en una nueva etapa, donde tanto ni los hijos ni los nietos han vivido en un estado dictatorial y genocida, lo cual abre otros interrogantes. "Entonces ahí aparecen otras preguntas que son las que tenemos que empezar a parar la oreja. Qué tipos de planteos van a hacer, cómo reformulan las narraciones más comunes y cómo abordan una interpelación tomando en cuenta eso. Entonces me parece que así como hay cosas, que como la identidad de los desaparecido había quedado invisibilizada en el primer momento, yo creo que hay discusiones que no quisimos o pudimos dar y que ahora son necesarias. Que están siendo reclamadas por esta generación", señaló.
En el medio se rompieron muchos consensos básicos que se habían establecido al final de la dictadura. "Hay un montón de cosas que tenemos que poder revisar desde nuestro campo. Sino se genera una incapacidad de escucha de aquel que tiene otras preguntas que pueden ser legitimas, mas allá de que como no las respondemos nosotros, bueno, la respuesta que van a encontrar es la del revisionismo de estas nuevas derechas".