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Un ciclo cultural difunde la obra de Rafael Amor

Se realiza en el Centro Cultural Raíces y se extenderá hasta noviembre con la presencia de referentes de la canción popular.

“Rafael Amor” se denomina el ciclo musical que busca recuperar la obra y la memoria poética de un autor imprescindible. Se realiza en el Centro Cultural Raíces, se extenderá hasta noviembre y contará con la presencia de referentes de la canción popular.

A casi cinco años de su partida, amigos del músico Rafael Amor (1952-2019) rinden homenaje a su obra, cantando sus temas más reconocidos y celebrando su legado. Según explicaron sus organizadores “la obra del cantor y compositor, es un auténtico tesoro del acervo cultural de nuestro país y un ejemplo de consecuencia ética y estética”. El ciclo busca mantener viva esa memoria y ese legado.

“El ciclo nació a comienzos del año pasado cuando pensamos un homenaje para nuestro queridísimo amigo que finalmente realizamos en el CCK, donde estuvimos Mónica Abraham, Peteco Carabajal, Claudio Sosa, Ángela Irene, Bruno Arias, Pablo Parsi, Marta y Dory, Sonia Aban, Hugo Ponce, Luis Filipelli y Héctor Esteban País. Ese día estuvieron también Javier Lozano en piano, Jorge Giuliano en guitarra y Facundo Guevara en percusión”, recuerda Julio Lacarra. “Juntos hicimos un espectáculo hermoso, que nos hizo pensar en la idea de estos encuentros que se proponen mantener viva la obra de Rafael”, dice el cantor y compositor bonaerense que junto a Mónica Abraham y Jorge Giuliano abrió el ciclo que se desarrollará hasta el mes de noviembre y del cual participaran Héctor Esteban País, José Ceña, Hugo Ponce, Nancy Ábalos, Lorena Astudillo y Guadalupe Fleitas, entre otros.


“Rafael tenía una mirada filosa para contar la realidad a través de la canción, por eso su obra continua denunciando las injusticias y la desigualdad, que siguen entronizándose en nuestros pueblos y que hoy pareciera no haber formas de contarlas”, expresa Lacarra. “Una de esas canciones es ´La torre´, donde se cuenta cómo los pobres y desposeídos del mundo se quedan afuera de una torre a la que solo llegan unos pocos. Esa obra describe el proyecto actual del capitalismo y Rafael la compuso hace más de 30 años”, suma.

Rafael Amor nació en el barrio porteño de Belgrano el 5 de noviembre de 1948 y fue hijo de María Toraño, una de las más cotizadas artesanas del bordado en América y de Francisco Amor, cantante destacado de la orquesta de Francisco Canaro. Desde joven eligió el camino del canto y la poesía. Primero formó un grupo con otros amigos, haciendo zambas y chacareras, al tiempo comenzó a presentarse como solista en peñas y en algunas radios. Fue actor, autor y uno de los compositores más significativos de su generación.


“Rafael Amor fue un artista que salía de verdad a la calle, que se manifestaba como uno más del pueblo y en eso fue siempre muy coherente”, expresa Lacarra, quien conoció al músico y poeta, a fines de los años ’60. “Nos conocimos en esas noches largas de aquellos años, en una peña en Almagro que se llamaba ‘La casa latinoamericana’, un lugar tradicional, donde íbamos a cantar”, dice quien es considerado uno de los exponentes culturales de la canción más importante de los últimos 50 años, en nuestro país y Latinoamérica.

En 1971, Rafael Amor participó por primera vez del Festival Nacional del Folklore de Cosquín, donde fue considerado “revelación” por la prensa, al año siguiente grabó su primer disco “Cosas de todos para todos” y en 1973 viajo a España, donde permaneció casi un año en Madrid, actuando en distintos locales. “El día de la despedida estuvimos juntos en ‘El palo borracho’, un lugar que había en la calle Corrientes, muy tradicional también de esos años, donde cantamos con el Quinteto Tiempo. Esa noche, que terminamos los dos solos, cerca del Parque Lezama a las cuatro de la mañana, nos estaba escuchando desde una de las mesas Gustavo ‘Cuchi’ Leguizamón”, recuerda el músico que desde aquellos años mantuvo una relación de amistad con el cantor, que falleció el 23 de diciembre de 2019, en la ciudad de Lanús.

“Dos meses antes de fallecer, Rafael cantó en el Club Mitre de Quilmes, es decir, casi que se fue cantando”, dice a Cacodelphia y recuerda ciertos resentimientos del cantor por el ninguneo de los medios hegemónicos y los grandes productores de festivales: “Es que Rafael iba en contra de esa desmemoria que proponen algunos gobiernos y por eso sufrió el olvido, como algunos de los grandes poetas argentinos que han sido silenciados”. “Hay mucha ignorancia con respecto a la gran riqueza que tenemos intelectual y artísticamente en nuestro país. Tengo la fortuna de haber caminado bastante y conocer algo de esa riqueza, por eso veo la gran injusticia que genera el centralismo porteño, creando mitos e iconos y fundando el olvido para aquellos artistas que no buscan la fama, ni el adorno, ni las lucecitas de colores y son realmente muy valiosos”, comenta.

“Si bien hay honrosas excepciones, creo que antes había mucho mas producción Argentina que se difundía a través de los medios, que hoy solo se escuchan en las radios comunitarias, porque no hay espacios, ya no está Juan Carlos Badía, están borrando la televisión pública y apagando Radio Nacional. De ese modo vamos a un arrasamiento general de todo lo que tenga vestigio de soberanía y pensamiento crítico”, afirma.


La obra de Rafael Amor fue grabada por José Larralde, Alberto Cortez, Facundo Cabral, Mercedes Sosa, Los Cuatro de Córdoba, Cantoral, Xavier Labandera y Los Sabandeños entre otros. El juglar, como gustaba llamarse, a través de su obra se constituyó en un defensor de los derechos humanos en América latina.

“Rafael no necesitó mucho más que su voz y una guitarra para conmover a un público. Arriba del escenario era un tipo de una gran improvisación, con una gran picardía a través de la cual manejaba los distintos momentos de sus espectáculos”, describe Lacarra. “Tuve la oportunidad de ver uno de ellos que se llamó ‘El loco de la vía’, con Rafael actuando y diciendo todo el texto. Una obra suya maravillosa, que hoy su hijo Salvador Amor, la esta reeditando en España, pero con un actor. Rafael la interpretaba solo, es decir, actuaba, relataba y cantaba y eso era una cosa descomunal”, manifiesta. “En la intimidad era un tipo medio cabrón, pero muy tierno y con una sensibilidad a flor de piel”, confiesa.

“Rafael no necesitó mucho más que su voz y una guitarra para conmover a un público"


En 1976, luego del golpe cívico-religioso-militar, Rafael Amor, como tantos otros, fue obligado a irse del país. Se exilio entonces en España, donde desarrolló la mayor parte de su vida artística. Allí grabó "No me llames extranjero", un disco con el que alcanzó una gran repercusión, a partir de la canción que se transformó en un himno de los emigrantes que sigue hoy teniendo una tremenda vigencia. Luego edito, discos, como, "Personajes", "El loco de la vía", "Diez años en España", "El perro cojo", "Corazón libre", que grabó con la colaboración de Mercedes Sosa y Alberto Cortéz, "La Tangués", "Un directo de Amor", grabado en directo en la sala Toldería de Madrid. En los años ’90, llegaron, “La crisálida y otros milagros”, “Batemusas”, que contó con la producción de Julio Lacarra, “Amor”, “El mundo se mueve”, grabado en vivo en la Sala Galileo Galilei, de Madrid y “Barricantos, 30 años de memoria”. Sus últimos trabajos fueron, A mí la calle”, “Independencia” y “La gota y la piedra”.

“En España Rafael es muy considerado y recordado”, expresa Lacarra. “En Bilbao, por ejemplo, en Madrid, en la sala Galileo Galilei era un numero puesto todos los años, también, en Cantabria, Torrelabega, Santander, Valencia, Galicia, eran sus mojones, que recorría todos los años con su compañera Pili, con quien hacia una unidad indisoluble. Los dos trabajando mucho, ella produciendo y vendiendo los discos y los libros y Rafa cantando. De ese modo abrieron las puertas para que muchos artistas podamos realizar en esas tierras nuestro trabajo”, agrega.

El ciclo “Rafael Amor” continúa el próximo viernes 12 de julio donde se presentarán Héctor Esteban País y Sonia Aban. La cita es en el Centro Cultural y Librería Raíces (Agrelo, 3045 CABA)

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