La pieza teatral que cuenta con la dirección de Sara Mon se presenta en Espacio 44, en su segunda temporada.
“El año pasado hicimos 19 funciones a sala llena, algo que no se ve tan seguido y fue algo maravilloso que realmente nos generó mucha felicidad”, dice Nahuel López, responsable de la puesta de luces de la obra Con las manos atadas. Se trata de una comedia dramática de la escritora, guionista y dramaturga Claudia Piñeiro que despertó un gran impacto en la cartelera platense.
Dirigida por Sara Mon y protagonizada por Mariana Arrupe y Mario Mahler, la obra se desarrolla en torno al robo a una escribanía, donde la escribana y su secretario quedan encerrados atados espalda con espalda. “A partir de un texto maravilloso, los actores generan una comicidad y una complicidad entre ellos que hacen que el púbico se enamore. Y si bien permanecen con las manos atadas durante toda la función, logran captar la atención. Alguien quizá pueda pensar que la falta de movilidad puede hacer a la obra poco atractiva, pero es todo lo contrario, ya que generan con sus propios cuerpos y con las herramientas actorales que tienen, una tensión que todo el tiempo está latente”, describe.
Desde esa inmovilidad absoluta, los actores logran captar la atención de todos los presentes. “En ese marco los diálogos dan cuenta de las relaciones y los vínculos humanos. En esa situación, tan especial, el vínculo entre ellos crece de una manera muy cómica, porque la obra es un policial que esconde una comicidad muy interesante", dice López a Cacodelphia.
La pieza que comenzó a gestarse en el marco del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT), cuenta con la música original y efectos sonoros de Osvaldo Aguilar y la puesta de luces de Nahuel López.
“Es la segunda colaboración que hago en las obras de Sara Mon, directora y cabeza de equipo, gran referente dentro del teatro platense, que me dio una gran libertad para buscar ser muy creativo en todo lo que tiene que ver con la puesta lumínica. Y en ese sentido, en un comienzo me encontré en una encrucijada, porque estamos frente a dos personas que están encerradas en una habitación durante todo la noche. Por lo tanto la iluminación, si la pensamos desde una cuestión más realista, la podía resolver con solo con un foco de luz”, cuenta López. Sin embargo, su búsqueda fue que la iluminación acompañe el trabajo de interpretación de los actores, sus animosidades y los diferentes sentimientos que se despiertan a lo largo de la obra: "Que la luz también vaya viviendo la transformación que van sintiendo los protagonistas. Por eso arranca de manera más grandilocuente y luego se va volviendo más intimista, más cerrada y sigilosa, de ese modo busque aportar climas propios, para lo que son las actuaciones”.
“La gente que se acerque disfrutará de un espectáculo donde el texto es bueno, la dirección es maravillosa y los dos actores se lucen arriba del escenario. Realmente es un placer ver esta obra”, convoca.
“Con las manos atadas” se presenta el viernes 24 de mayo y los sábados de junio en Espacio 44. Las entradas están a la venta en la boletería del teatro sólo los días de función. Las reservas se realizan sólo a través de Alternativa teatral.
*Entrevista realizada en abril 2024