El homenaje a quien es considerada una pionera del tango, llega a nuestra ciudad este jueves 16 de mayo. La cita es en la Casa CUCHÁ APM, ubicado en calle 2 entre 46 y 47 a las 21.30.
Organizado por la cantautora marplatense Celeste González, “Rosita x Celestita” es un ciclo que comenzó el 16 de enero en la ciudad de Mar del Plata y que se desarrollará durante todo el año en distintas localidades los días 16 de cada mes. En el marco del Ciclo Mistongo, este jueves se presenta en la Casa CUCHÁ APM.
“Hace rato que vengo trabajando con el tango y las mujeres, investigando sobre las compositoras y las primeras músicas, cancionistas y guitarristas del genero”, contó Celeste González. “En ese marcó surgió el homenaje a una mujer que fui descubriendo a través de sus discos de vinilos, las partituras, diferentes audios y entrevistas”, relató la cantora y compositora.
“Este año se cumplen cuarenta años de su fallecimiento y me pareció lindo hacerle un homenaje, dando a conocer su repertorio a las nuevas generaciones y compartiéndolo, además, con otras cantoras y compositoras de este tiempo”, dijo.
El repertorio preparado por la música y docente marplatense, incluye clásicos, temas no tan difundidos de Rosita Quiroga y composiciones del tango de este tiempo. “Cada tango de Rosita se articula con un tango nuevo, de ese modo, buscó combinar las temáticas que ella cantaba, con tangos compuestos en estos tiempos”, explicó González.
El ciclo comenzó el 16 de enero en Mar del Plata y se propone recorrer distintas ciudades de Argentina, con músicas invitadas en distintos instrumentos y voces, hasta el 16 de octubre, que se cumplen los cuarenta años del fallecimiento de Rosita Quiroga en la ciudad de Buenos Aires. Este jueves, a la voz y guitarra de Celeste González, se le sumarán: Gisela Magri, Marian Betervide, Triana Redondel, Daiana Riveros y Manuela Pérez Crispiani.
“En cada encuentro buscó estar acompañada de distintas músicas del lugar donde me presento, para de ese modo compartir el repertorio de Rosita y visibilizar las nuevas autoras y los nuevos repertorios”, dijo González y agrego: “Rosita grabó muchos temas y si bien ella fue compositora, no todo el repertorio que hacemos es compuesto con ella. Sino que se trata de una selección de lo que ella interpretaba y elegía. Además, el repertorio va cambiando según las invitadas. Me parece importante revalorizar a todas estas cancionistas y asumir la responsabilidad de llevarlas al escenario y compartir parte de ese cancionero”
Rosita Quiroga
Rosa Rodríguez Quiroga de Cappiello (Rosita Quiroga), nació el 16 de enero de 1896 en Buenos Aires. Fue cantante, estilista, guitarrista, autora y compositora de tango y canciones populares, autora de diálogos y monólogos. “Rosita está asociada al mundo del payador, ella empezó como guitarrista tocando estilos”, dijo González.
“Rosita se crió en el barrio de la Boca y allí comenzó sus primeros estudios de guitarra con el maestro Juan de Dios Filiberto, vecino y amigo de la familia, al igual que Benito Quinquela Martin. Su familia fue muy cercana a toda esa gente”, contó.
Pionera entre los artistas que tuvo la incipiente radiofonía argentina, Rosita Quiroga, fue la primera mujer que cantó tangos en la Radio Cultura. En 1923, grabó su primer tema: "Siempre Criolla" y, en 1924, su primer tango: "La tipa". El éxito y la popularidad llegaron rápido: Rosita se transformó en la estrella de RCA Víctor y fue la cantora de tangos con mayor cantidad de grabaciones, después de Libertad Lamarque.
“En un comienzo le daba mucha vergüenza tocar en público, por eso cantaba mucho en la radio. En 1926, se transformo en la primer persona en hacer una grabación eléctrica en nuestro país con el tema ‘La musa mistonga’, una grabación muy difícil hoy de encontrar. Luego fue contratada por el sello RCA Víctor”, repasó González.
Las voces femeninas en el mundo del tango irrumpieron, casi al mismo tiempo, entre los años 20 y 30. En esa época, además, de Rosita Quiroga, surgieron Azucena Maizani, Mercedes Simone, Ada Falcón y Tita Merello. Cada una de ellas tuvo un estilo personal e irrepetible y todas se impusieron a fuerza de talento en un mundo ganado por hombres.
“Rosita se acompañaba con la guitarra, y eso la diferenció de las demás cancionistas de ese tiempo, y tuvo, además, un repertorio más arrabalero, con letras que tenían que ver más con el lunfardo”, detalló González. “Además, tuvo una forma muy particular de cantar y de hablar con un canyengue espontáneo y natural que siempre la distinguió. Muchas veces le dijeron que era demasiado arrabalera y por eso en alguna radio no la dejo presentarse. Ese modo de cantar y decir, fue lo que la identifico y fue su marca personal”, explicó.
“Fue una mujer de carácter y de una personalidad muy fuerte y una gran adelantada a su tiempo”, explicó también González. “Eligió su propio repertorio y a sus guitarristas, además, tuvo a un letrista de la talla de Celedonio Flores componiendo para ella. Fue una especie de caza-talento, ya que ella misma, se iba a escuchar a las tanguerias, a los café y a los bares, a los músicos que les llamaba la atención y luego se contactaba con ellos. Hay rumores que Gardel se enojo mucho porque de ese modo le saco al letrista”.
Despojada de todo egoísmo, apoyó a las nuevas voces como Agustín Magaldi y Mercedes Simone, entre otras: “Fue una muy amiguera y muy compañera, muy querida por Agustín Magaldi, Mercedes Simone, Libertad Lamarque, entre otras cancionistas del momento a las que siempre intento ayudar”.
En 1931 en pleno éxito, decidió retirarse de la vida artística. Realizó sólo algunas apariciones especiales y en 1938 viajó a Japón como la primera representante del tango que actuó en ese país, al que volvió en 1970 para asistir a la inauguración de una peña con su nombre. En 1976, participó de la película El canto cuenta su historia.
“Fue una artista que en los años ’30, vendió muchos discos y en la década siguiente, fue un tanto separada de la época de oro del tango. Años en los que se dedicó a escuchar artistas y llevarlos a la RCA Víctor, luego se retiro, hasta que la fueron a buscar. Fue una de las primeras artistas que llegaron a Japón, donde se vendían muchos de sus discos, donde dejo su marca en tangos que nunca más se volvieron a grabar”, repaso González.
En 1984, cuatro días antes de morir, Rosita Quiroga, grabó, a pedido del poeta Luis Alposta, un tema de su autoría: "Campaneando mi pasado". Se la conoció como la Edith Piaf del arrabal; y personajes, como Eva Perón y Julio Cortázar, manifestaron una gran admiración por ella. Falleció el 16 de octubre de 1984.
Este jueves en el marco del Ciclo Mistongo, Celeste González realizara su homenaje a Rosita Quiroga, una mujer, cantora y compositora, que fue heredera directa de los primitivos payadores. Las entradas las pueden adquirir reservando al 221-5997662 o ciclomistongo, el ingreso es a partir de las 21.30.
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