"No es razonable que el Gobierno Nacional pretenda que las universidades sigan funcionando con el mismo presupuesto de 2023”, asegura su decano Mauricio Erben. La sede cuenta con una partida anual de 93 millones, el 15% del total destinado para el pago mensual del servicio.
La decisión de eliminar los subsidios por parte del Gobierno Nacional impactó de lleno en las universidades públicas. La boleta de luz de febrero de Facultad de Ciencias Exactas fue de $14.158.623, triplicó el valor de la factura que llegó en en enero de $4.986.730.
“El presupuesto total de la facultad aprobado el año pasado, prorrogado para este año, es de 93 millones de pesos. Es decir, el 15% anual se nos va en la factura de luz de un mes, cosa que hace insostenible la perspectiva de mantener las actividades de forma normal”, detalla Mauricio Erben, decano de la Facultad de Ciencias Exactas.
En ese sentido aclara que para costear el pago de esta boleta “pudimos tener un refuerzo presupuestario de Presidencia de la Universidad, fue abonado en tiempo y forma, pero la preocupación es en toda la comunidad y no podemos dejar de responsabilizar al Gobierno Nacional, porque no es muy razonable pretender que las universidades sigan funcionando con el mismo presupuesto de 2023”.
“En los últimos años hemos hecho inversiones de ahorro para la eficiencia energética, tenemos una comunidad muy concientizada sobre el buen uso energético. No hay derroche, el alto consumo tiene que ver con las investigaciones, la docencia que tiene que ver con biotecnología, utilizan equipos freezers a -80 grados, a esas temperatura se mantienen las células”, explica en Los Mundos Posibles.
En ese sentido amplía que “no hay mucho margen para reducir, hay equipamientos que se utilizan en investigación de alto consumo, pero son parte de la actividad que desarrollamos, y no se puede dejar de hacer”.
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