La película fue filmada durante la 7ma Marcha por la Soberanía en el Lago, ubicado en la Patagonia argentina y usurpado por el magnate británico Joe Lewis.
"Fue una película que se hizo desde la militancia, desde un compromiso muy grande con la soberanía. Fue una producción autogestiva e independiente, no hemos tenido ningún acompañamiento económico. Con mucho corazón y mucho amor por la Patria", destaca el director, Camilo Gómez Montero.
Lago escondido. Soberanía en juego es un documental narra la Séptima Marcha al Lago escondido realizada en 2023, con una cámara que va registrando los hechos de manera directa, pero además indaga sobre oscuros intereses geopolíticos, lobbys empresariales/judiciales y complicidades de algunos sectores de la política argentina con intereses extranjeros, incluso en contra de su propia Patria.
"Es increíble que en Argentina puedan existir feudos, con un monarca que en este caso es un británico, con la historia que tenemos de resistencia a los británicos desde 1806 con las invasiones inglesas, pasando por Malvinas y tantas cuestiones más. Lewis es un magnate, la sexta fortuna de Inglaterra, se quedó con 12.000 hectáreas de la Patagonia argentina. Hay países en el mundo que no llegan a esta extensión El terreno es enorme, está prohibido en zonas de frontera. Él compró esta tierra a 5 kilómetros de Chile", explica en diálogo con Falsa Modestia. La película demuestra que el acceso al lago está impedido de hecho, ya que el camino es intransitable y quienes quieran atravesarlo se encuentran con numerosas escenas de violencia física y psicológica.
La película se presenta a través de una gira en distintos lugares del país. Podés consultar el cronograma de proyecciones en Instagram.
"En la Argentina pareciera que (Lewis) es un intocable: invita a su mansión a jueces, fiscales, políticos y dueños de monopolios de comunicación a mantener encuentros donde no sabemos qué hacen. Esto tiene que ver con un manejo de lo geopolítico", afirma. La mansión está en el paralelo 42: una línea recta que cruza desde la Cordillera hasta el Atlántico, donde hay un aeropuerto de Lewis reconocido por los gobiernos argentinos pero sin monitoreos ni radares. "Entre ese aeropuerto, las islas (Malvinas) y el lago se conforma un triángulo peligroso. Cualquiera que haya estudiado historia sabe que los mapas han variado, los límites se mueven y eso es un peligro para la soberanía nacional. Los argentinos tenemos en nuestro territorio un enclave colonial", alerta Camilo, que también fue guionista y camarógrafo en esta producción.
El documental da cuenta de la connivencia de la policía provincial, la empresa extranjera Hidden Lake y grupos locales que amedrentan a quienes quieren acercarse al lago en el marco de la Marcha. Y también pone de manifiesto la resistencia de militantes de distintos lugares del país para ejercer su derecho a la soberanía.
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