Está conformada por chicos y chicas del barrio de Villa Alba y fue fundada en el marco de la organización social La Casita de los Pibes.
La Orquesta Latinoamericana de La casita de los pibes se formó en 2014 a partir del Programa Social Andrés Chazarreta, del Ministerio de Cultura de la Nación y la articulación con la organización La Casita de los Pibes. “Ante un escenario de mucha incertidumbre, el año que viene vamos a comenzar a celebrar los diez años de la orquesta. Nosotros somos parte de un programa que depende del Ministerio de Cultura, por eso hay mucha incertidumbre con respecto a lo que pueda llegar a pasar es todo un gran misterio saber cómo se organizaran de acá en adelante todos estos programas. De todos modos, nosotros con la orquesta, estamos pensando cómo celebrar los diez años del proyecto y de qué manera sostenerlo ante un escenario muy difícil”, explica Julián Rossini, director de la Orquesta.
“Cuando aún no nos habíamos terminado de recuperar de los recortes del macrismo llego la pandemia que puso en jaque a todos los espacios educativos y ahora nuevamente volvimos a vivir en la incertidumbre”, dice y asegura que, a pesar de las adversidades, en los últimos años se vivieron los mejores momentos de la Orquesta.
“En el marco de la pandemia grabamos un disco que llamamos ‘Música en cuarentena’, hicimos también algunos videos y nos contactamos con artistas como Toto Yulelé que canto un candombe con la orquesta, de ese modo, cuando volvimos a tocar ya teníamos un repertorio nuevo producto de esos encuentros. Luego grabamos el segundo disco y este año hemos tocado en distintos escenarios”, repasa Rossini. “Hoy después de muchos años estamos sonando muy bien y estamos, además, en un momento muy particular, donde hemos alcanzado cierta maduración”, agrega.
La Orquesta levanta vuelo
Este año la Orquesta cumple su primera década y a pesar del contexto se vienen varias celebraciones. “Hoy todo está más maduro y hay otro escenario para resistir, hay más organización y una comunidad más armada y hay un repertorio interesante para mostrar, donde los pibes son los protagonistas de un proyecto que ha salido del barrio y se ha presentado en las escuelas, en los jardines y en diferentes teatros. Por eso, la idea a pesar del contexto, es mostrar la orquesta en los espacios que podamos, salir a tocar, entrar a grabar y ver la posibilidad de registrar también un material audiovisual”, anticipa Rossini, quien hace una década se encuentra al frente del grupo.
Para el 2024, la apuesta es salir a tocar por la Provincia de Buenos Aires, llevar la música y celebrar este aniversario en un gran encuentro para septiembre. "Queremos un concierto grande donde podamos convocar a muchas personas y comenzar de ese modo a sentar las bases para que, en un futuro no tan lejano, sean los pibes quienes se terminen apropiando de la dirección de la Orquesta”, dice a Cacodelphia.
“Después de diez años algunos ciclos se fueron cumpliendo y esa gran aspiración de que los pibes tomen la posta está más cerca. Alan, que ingresó a la orquesta en el año 2016, hoy es el profe de violín y estudia en la UNA (Universidad Nacional de las Artes) y toca en la Orquesta Juvenil Bonaerense; Eduardo Romero, hoy es el profe de vientos y hay pibas que en violín están haciendo su recorrido y ya van a comenzar a tener sus alumnos, entonces, hay un espíritu de pertenencia muy fuerte. Hoy estamos en ese camino que nos permite visualizar que finalmente los pibes van a terminar tomando las herramientas y proyectando su espacio y su proyecto de vida dentro de la orquesta”, repasa acerca del grupo que el sábado 9 formó parte de los festejos de cumpleaños de Radio Futura.
La Orquesta es un proyecto social y cultural que brinda una alternativa educativa y cultural que invita a pensar una nueva forma de encarar la educación formal. “Hoy en la orquesta participan 33 pibes, después hay otros chicos que están comenzando y que prontamente se sumaran a tocar en vivo. Este año, además, sumamos acordeones y bandoneones que nos cambio rotundamente el sonido de la orquesta y nos amplio la sonoridad con la que veníamos trabajando”, detalla.
“La orquesta se desenvuelve de otra manera y con otras lógicas. Es un espacio donde llegamos para realizar una activad determinada, en esta caso musical y tenemos los elementos para trabajar esa actividad. En ese sentido, recordemos que los instrumentos que tenemos llegaron a partir del Programa de Orquestas infantiles y juveniles Andrés Chazarreta, un programa que nos permitió trabajar de manera más directa, ya que desde un primer momento los alumnos y alumnas se familiarizan en la práctica con el instrumento y es justamente en la práctica y no tanto en la teoría, como se van generando estas orquestas. En ese sentido estos espacios aportan muchas ideas que se pueden incorporarse en la educación formal donde parece estar todo estandarizado”, afirma acerca del trabajo diario con los músicos.
“La educción formal está un poco apartada de estos procesos de aprendizaje, que tienes que ver con la creatividad, la innovación, la colaboración y el trabajo en equipo”, afirma. “Nosotros somos parte de todo un engranaje que es la Casita de los Pibes, donde se realizan un montón de actividades y donde convivimos y fuimos madurando juntos, un espacio donde los pibes se encuentran, disfrutan, aprenden, desarrollan su creatividad y se sienten parte de un proyecto y de una experiencia en común”, explica quien ha sido todos estos años el director de la orquesta, excepto por algunos períodos en los que ha viajado a Europa para trabajar como músico.
“La Casita funciona desde hace mas de dos décadas, al principio era solamente una guardería, después paso a tener la casa del niño y después la casita de los pibes para los adolescentes, luego surgió el espacio donde estamos ahora que se llama Nazarena Arriola, donde tenemos el estudio de grabación, donde hemos grabado nuestros discos y un auditorio. Todo ese crecimiento se vio también reflejado en toda la comunidad, ya que hablamos de un espacio social y cultural que está en Villa Alba que ha tenido su impacto y que ofrece una perspectiva distinta para un montón de proyectos para los pibes, que se conectan, algunos con la música en la orquesta o en la banda de cumbia, de rock y folklore, en los espacios de carpintería, panadería o herrería, o bien algunos terminan la escuela a partir del Plan FinEs (Programa de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios). La casita, en definitiva, es una gran organización donde convivimos un montón de personas”, relata sobre la organización de Villa Alba.
La cultura es la sonrisa
El Ministerio de Cultura de la Nación presentó en Tecnópolis “La cultura es la sonrisa”, un concierto integrado por 2.500 chicas y chicos provenientes de orquestas vinculadas al Programa Social de Orquestas Infantiles y Juveniles del país. En este concierto inédito participaron 32 orquestas infantiles y juveniles de Chaco, La Pampa, Entre Ríos, La Rioja, Córdoba, Santa Cruz, Chubut, Tucumán, Santa Fe, Neuquén, Provincia de Buenos Aires y CABA. Así mismo, estuvo presente la Orquesta de Becarios y Becarias de las Becas Martha Argerich y la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional José de San Martín.
“Estuvimos en Tecnópolis, tocando junto a 2500 chicos y chicas un repertorio común que trabajamos durante todo el año que fue arreglado por Gustavo "Popi" Spatocco, gran arreglador que hizo un trabajo enorme. Fue un encuentro muy emocionante donde no sabíamos bien que iba a suceder, trabajamos durante el año aprendiendo un repertorio común para compartir, pero no sabíamos bien que podía pasar y la verdad que vivimos una experiencia sonora increíble”, cuenta Rossini sobre la participación de la orquesta en la explanada del predio de ciencias y cultura Tecnópolis.
“Tocar con León Gieco, Nadia Larcher, Nahuel Pennisi, Malena D´Alessio y Rolando Goldman fue muy hermoso y una gran experiencia que todos vivimos con una gran emoción, que dio cuenta del impacto que generan las orquestas en las personas y en las familias. El encuentro puso en evidencia, además, todos los que somos y lo transformar de estos proyectos”, explica.
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