El cantautor marplatense será parte del ciclo Jueves vivos este 23 de noviembre. Comparte el escenario con la intérprete y cantautora Liliana Vitale.
El músico y escritor marplatense, Luis Caro presenta en la ciudad un espectáculo que se compone de relatos mínimos y canciones del repertorio latinoamericano. Acompañado por Alejandro Arelovich (teclados) y Juan Miguel Carotenuto (percusión), interpretarán la obra de Chabuca Granda, Silvio Rodríguez, Violeta Parra, Rubén Blades, Pascuala Ilabaca, Natalia Lafourcade y temas propios, forman el corpus de canciones que dan cuenta de Las leyendas de El Dorado, Palmares y Manuel Rodríguez, la magia de García Márquez y el mítico Che Guevara.
“Entre los años setenta y ochenta en el marco de años donde vivíamos en nuestros países bajo distintas dictaduras recorrí gran parte de Latinoamérica y así fui descubriendo canciones que forman parte de este espectáculo que además, tiene que ver mucho conmigo. Fue aquella una gira bastante extensa e intensa donde pude conocer diversas formas musicales y tuve la suerte de conocer artistas y la resistencia cultural que siempre ofrecieron nuestros pueblos”, cuenta Luis Caro.
Se presenta este jueves en el marco del ciclo organizado por el Instituto Cultural: "vamos a estar mostrando algunas canciones que tengo ganas de exponer y de reinventar y que forman parte de ese trabajo que vengo realizando desde hace muchos años”.
“Siempre me gustò mucho la literatura y por eso trato que en mis laburos haya algo de eso y en este espectáculo esos vínculos están más presentes. Ya que cuento alguna que otra leyenda como la de El dorado y mitos que son conocidos, pero busco contarlos desde otros costados mas humanos si se quiere”, suma en diálogo con Cacodelphia.
El espectáculo que el artista presenta este jueves, asegura, es “un trabajo conceptual sobre el vínculo entre la historia, la literatura y la música”. La obra se compone de textos de transmisión oral como “La Leyenda del Dorado”, “La fábula del zorro más sabio”, “La demonización de los líderes populares”, “El Che en Praga” y otras historias que conforman un trabajo poético musical que incluyen versiones de los clásicos del género como Violeta Parra, Rubén Blades, Atahualpa Yupanqui y Silvio Rodríguez, junto a obras de Juan Gelman, Rulfo y García Márquez.
“Voy a estar interpretando obras de dos mujeres fundamentales del continente como son Chabuca Granda y Violeta Parra, algo de la obra de Rubén Blades, cuento la relación que mantuvo el cantautor panameño con Gabriel García Márquez, relato también un costado de la vida del Che, el gran mito de la historia política latinoamericana, luego de su paso por Angola. De ese modo a partir de algunas canciones voy contando mitos y leyendas que tiene que ver con nuestra cultura y nuestro historia política”, dice.
Luis Caro se inició en el Teatro de la Comedia Marplatense que dirigía Gregorio Nachman, director de teatro desaparecido. En 1976 recorrió como exiliado toda Sudamérica. Se presentó junto a Los Jaivas, Víctor Heredia, Fito Páez, Facundo Cabral, Polo Montañez, Joan Manuel Serrat y Mercedes Sosa entre otros grandes artistas. Se ha expresado artísticamente en discos (lleva editados 17), libros de cuentos y relatos, crónicas de viaje, música infantil, títeres, unipersonales y obras de teatro. Musicalizó la poesía de Juan Gelman, Antonio Cisneros, León Felipe y Raúl González Tuñón. Viajero errante de América Latina y Europa realiza habitualmente actuaciones callejeras. Actualmente está presentando “Hoteles y derrumbes” su nuevo libro de cuentos.
“Llego a la ciudad en una semana muy especial que será el comienzo de una verdadera pesadilla que empezamos a vivir los argentinos con esta aparición tan dramática, porque las cosas que se van anunciando mas las que ya se han anunciado, no son más que anuncios de caos y dolor para nuestro pueblo”, expresa Caro y agrega: “vengo de una generación que vivió cosas peores y muy dramáticas y acá estamos, batallando todavía y sabiendo siempre que la lucha no se puede dar por perdidas, por eso hay que jugar y aprender a tener humildad y a pararnos con dignidad, para comprender que las cosas no suceden porque sí”.