Esta biografía, que recorre la vida del autor entre 1976 y 1986, fue escrita hace 30 años pero recién ahora se publica en Argentina. La edición estuvo a cargo del proyecto platense Mil botellas.
Escrito por Juan-Jacobo Bajarlía, "Diario de una agonía" (Mil botellas) recorre los últimos años del escritor, periodista y guionista mendocino Antonio Di Benedetto, considerado uno de los autores más renombrados del mundo.
"Es un libro al que llegué de casualidad y en el marco de un taller de lectura donde estábamos trabajando la obra del escritor. A partir de la mención que esa tallerista hizo del libro, comencé esa cosa detectivesca para dar con el libro”, dice Ramón Tarruella, escritor y editor de Mil Botellas.
La obra recorre la vida de Di Benedetto desde marzo de 1976 a 1986: sus últimos años, sus días de cautiverio, el exilio, su regreso al país y su muerte. Bajarlía deja por un rato su condición de escritor de ficción para componer un libro testimonial, sensible, compuesto de documentos, cartas y crónicas de la época. “Me gustó mucho el recorrido que Bajarlía hace en el libro y la articulación que realiza entre los personajes de las novelas de Di Benedetto y su vida personal. Cuando dimos con los hijos del autor, encontramos que el libro estaba listo para editarse en 1992. Sin embargo, por alguna razón, demoró treinta años en publicarse y hoy luego de algunos detalles, llegamos finalmente a un acuerdo para que el libro forme parte del catálogo de la editorial”, señala Tarruella.
Este título fue editado por Mil botellas, dentro de su colección Maridaje. De esta manera, el sello dirigido por el escritor y docente Ramón Taruella, amplía un catalogo que se compone de autores como Héctor Tizón, Carlos Aparicio, Jorge Zuhair Jury, Libertad Demitrópulos, Miguel Briante, Facundo Bañez y Jorge Consiglio, entre otros.
Antonio Di Benedetto nació en la ciudad de Mendoza en 1922 y murió en Buenos Aires en 1986. Es autor de novelas y varios libros de relatos: Mundo animal (1953), El pentágono (1955; reeditado en 1974, con el titulo Anabella), Zama (1956), Grot (1957; reeditado en 1969 con el titulo Cuentos claros), Declinación y ángel (1958), El cariño de los tontos (1961), El silenciero (1964), Los suicidas (1969), Absurdos (1978) y Sombras, nada más… (1984). Además, fue periodista y guionista de cine, recibió números premios y becas, y sus libros han sido sucesivamente reeditados y traducidos a otros idiomas. Detenido por la dictadura militar en 1976, tras un año de cárcel se exilió en España, de donde regresó poco antes de su muerte.
“Di Benedetto es considerado hoy uno de los escritores argentinos más reconocidos en el mundo y es asimismo uno de los diez prosistas más leídos, releído y reconocido y tiene un lugar de mucho reconocimiento”, explica Tarruella, quien recuerda que al periodista mendocino le pesó en su momento ser un escritor de provincia, fuera de la metrópli. “Si bien tuvo cierto reconocimiento por Zama, nunca fue considerado parte del canon de los años ´60. Por eso, es necesario destacar el prólogo que Juan José Saer escribe en 1973 para una reedición de Zama, donde da cuenta del gran novelista y cuentista que fue Di Benedetto y por qué es hoy uno de los autores más renombrados del mundo”, detalla en diálogo con Cacodelphia.
En la madrugada del 24 de marzo de 1976, Antonio Di Benedetto fue secuestrado por las fuerzas de seguridad en su despacho de subdirector del diario Los Andes de Mendoza. Fue encarcelado inicialmente en el Liceo Militar de Mendoza y después en la Unidad 9 de La Plata, donde sufrió simulacros de fusilamiento, maltratos y golpizas. Gracias a la presión de escritores internacionales, fue liberado después de un año y siete meses.
“Estando detenido en la Unidad 9 le pide a Bajarlía que actué como su abogado y haga lo necesario para sacarlo del país. En ese sentido, en el libro se publica la carta al entonces ministro del Interior Albano Harguindeguy, pidiéndole por el derecho constitucional de poder salir del país, así como también la carta con el apoyo del PEN Club Internacional, una entidad de escritores internaciones que en ese momento tenían cierto peso y que estaba también reclamando por su libertad”, repasa el editor.
Finalmente, el 3 de septiembre de 1997, Antonio Di Benedetto fue liberado y optó voluntariamente por el exilio, y regresó a Buenos Aires el 23 de mayo de 1984, cuando la democracia – escribe Bajarlía- quiso reivindicarlo con honores y empleos, y solo le dio un puesto magro y temporal, de muy poca remuneración en la Secretaría de Cultura.
“A su regreso, encuentra cierto destrato que se da a partir de promesas que no se cumplen, no fue un regreso épico, regresa un tanto derrotado ya que el exilio fue como un castigo que nunca entendió, porque nunca supo por qué lo detuvieron en la noche misma del golpe. Regresó, entonces, casi en silencio, si bien era un autor sumamente respetado y de eso dan cuenta las cartas que se escribe y que aparecen en el libro con Cortázar, Bioy Casares, Manuel Mujica Laines, Abelardo Arias”, recorre.
Por su parte, Bajarlía nació en la ciudad de Buenos Aires, en octubre de 1914. Creció en una familia que supo ser acomodada hasta que perdió esa posición y por eso de joven debió salir a trabajar. Luego se recibió de abogado, profesión que ejerció a la vez que fue hilando una extensa obra como novelista, poeta, ensayista, dramaturgo y también traductor. De joven formó parte de los primeros movimientos vanguardistas, como el Movimiento de Arte Concreto-Invención, al mismo tiempo que incursionó en el periodismo, otras de sus profesiones, en revistas literarias y en los principales diarios. Si bien púbico algunos títulos en la década del cuarenta, en su biografía el propio autor eligió como sus dos primeros libros a “Estereopoemas” y el ensayo “Notas sobre el barroco”, ambos de 1950. Luego le siguió una extensa obra que supera los cuarenta títulos, y que incluyó ensayos literarios, cuentos de géneros varios, obras de teatro, novelas policiales y poemas.
“Bajarlía fue un personaje muy particular con una obra vastísima, muy típico de ciertos escritores: era biógrafo, poeta, cuentista, novelista, tiene una saga de novelas policiales, edito libros de esoterismo, de historia y tuvo una llegada a ciertos editores y una gran influencia en el mundo editorial de los años ’60. Fue un escritor importante, no de renombre, fue abogado y pareja de Alejandra Pizarnik. Conoció a Di Benedetto en los años ‘60 en Mendoza donde comenzaron una gran amistad que duró hasta la muerte del escritor mendocino y que relata de una manera muy bella en el libro”, describe Taruella.
Lo que viene
La editorial Mil botellas prepara una biografía de Juan Rulfo llamada “Las mañas del zorro”, donde Reyna Roffé, escritora argentina que vive en España, propone un minucioso recorrido por la vida intensa del escritor mexicano.
“Ese título estará en todas las librerías antes de fin de año. Mientras tanto seguimos con una búsqueda constante por salir de la porteñidad, aunque dentro de nuestro catálogo tengamos autores porteños, como Jorge Consiglio, por ejemplo. La idea es salir de la ciudad de Buenos Aires. Aunque no llegan muchos proyectos de las provincias, todos se concentran en el llamado AMBA y algunos del interior de la provincia de Buenos Aires”, anticipa el editor.
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