“Criollo INTA” es el resultado de una investigación del ente homónimo de Mendoza, que distingue a planta por su rendimiento, alto contenido de aceite esencial y antioxidantes naturales con propiedades benéficas para la salud.
“Es un logro que agrega valor al cultivo y que efectivamente puede mejorar el ingreso de pequeños y medianos productores. Se distingue porque tiene una performance que la posiciona en el mundo culinario, en la industria de la fitomedicina y la cosmética”, destaca Cora Gornitzky.
El logro fue materializado por un equipo de investigación del INTA en Mendoza, que mejora la competitividad y rentabilidad de los productores de la región. Destacan que este primer cultivar nacional es versátil, con proyección ornamental.
“Su uso culinario es muy valorado por su agradable sabor y olor, es una planta muy rica en principios activos, está colmada de usos tradicionales para problemas digestivos, articulares, la tos, y su aceite esencial demostró tener una excelente actividad antioxidante y antimicrobiana”, resalta en Los Mundos Posibles.
Esta variedad tiene buena adaptación a climas templados, templados cálidos, áridos y semiáridos, con alta insolación y amplitud térmica, tolerando temperaturas cercanas a los -8°C. Prefiere suelos sueltos, bien drenados, pobres, calcáreos, areno-arcillosos.
Sobre las características históricas de la planta, la columnista recuerda que “al romero también se le atribuyen propiedades calmantes y relajantes, en China antigua se usaba para dolores de cabeza y como tópicos para tratamientos de calvicie. Y en la edad Media era usada por los peregrinos en las almohadas para ahuyentar los malos espíritus y se lo colocaba encimas de las tumbas representando la inmortalidad".
En la Argentina, el cultivo de romero se extiende en la franja oeste, desde Salta hasta la Patagonia, pasando por Cuyo.
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