El candidato anticipó que si es elegido en octubre, dejará al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en manos del sector privado. El investigador Felix Requejo aporta fundamentos para comprender la importancia del trabajo que desarrolla el organismo estatal.
“El Conicet no es una institución para hacer un negocio, imaginar la privatización del Conicet es no entender cómo funciona la ciencia”, explica Felix Requejo, físico, docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Con el 30% del apoyo electoral obtenido en las elecciones PASO, Javier Milei, el candidato a presidente por La Libertad Avanza, se paseó por varios canales de televisión donde anunció las medidas de recorte que aplicará en caso de ser elegido en las generales de octubre. Entre otras, dijo que el Conicet pasará a manos del sector privado y que los investigadores e investigadoras, a quienes increpó de no tener productividad, "ganarán el pan con el sudor de su frente".
Para contrarrestar las promesas de campaña de Milei, el científico sostiene que “es posible cerrar el Conicet, no se puede privatizar porque no sé quién lo querría comprar. La ciencia, en sus instancias iniciales, no es un negocio. Después, cuando ya está el conocimiento establecido, maduro, digerido, ahí sí puede venir el negocio. Inicialmente es el Estado el que invierte, no los privados. Los conocimientos fundamentales y los desarrollos tecnológicos fundamentales, donde hay un gran riesgo de inversión y de trabajo, siempre fueron asumidos desde el Estado”.
Requejo es director del Instituto Nacional de Investigación Física y Teórica Aplicada (INIFTA), que articula el trabajo de la UNLP, el Ministerio de Ciencia y Tecnología e Y-TEC, la empresa de tecnología YPF, para el desarrollo de la Planta de Baterías de Litio, asegura “que hacer investigación, sobre todo investigación básica, no es rentable en términos económicos, pero a largo plazo, sin esos conocimientos no hubieras podido desarrollar ni la rueda”.
Argentina es el cuarto productor mundial del recurso, luego de Australia, Chile y China. De hecho, el triángulo del litio está compuesto por Argentina, Bolivia y Chile, y cuenta con cerca del 65% de los recursos mundiales de este mineral.
Desde la perspectiva del científico, se tiene una gran posibilidad de darle valor agregado al litio, fabricando baterías a la vez que se auto abastece el mercado interno, lo que mejoraría enormemente la capacidad exportadora y el ingreso de divisas: “Todo eso es un proceso largo y complejo. En los primeros escalones están los grupos de investigación, que tienen una gran inversión ya hecha en equipamiento, es el Estado el único organismo que puede hacer semejante inversión y articular todas esas políticas para que finalmente nuestro país tenga ganancias multimillonarias en función de exportación de energía o de capacidad para almacenar energía, pero para hacer eso hay que empezar en el laboratorio, con investigación básica porque si no, no hay desarrollo de ciencia, ni de tecnología ni de conocimiento fundamental y necesario como hacen los países centrales”.
A la hora de graficar cómo se toma los dichos del candidato liberal, el entrevistado dice: “Me produce angustia que tengamos que discutir cuestiones básicas y elementales que en ningún lado se están discutiendo. Y que aparezca un candidato que para resolver un problema planteé retroceder 200 años, desconociendo el rol que la ciencia y tecnología tienen en un país”
“Un candidato a presidente jamás puede decir eso, puede plantear otras prioridades, otras formas de financiamiento, es una burrada. Para llamar la atención, lo que muestra es un desconocimiento absoluto. Es decepcionante, pero es una oportunidad para sacarle la careta a un personaje que es un payaso, que está jugando a esto y no entiende nada de la administración del Estado”, sentencia el investigador al cierre de esta entrevista.
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