Entre reversiones y canciones propias, el quinteto porteño propone un repertorio urbano y actual.
“El grupo tiene dos propuestas. Por un lado, tocamos tangos clásicos para bailar en la milonga y hay una búsqueda, que tiene que ver con reversionar el tango nuevo, además de darle lugar a nuestras propias composiciones”, explica Lucio Claros, integrante del quinteto Éxodo criollo.
“El tango es una música dinámica que está viva, que sigue cambiando y cada vez está más fuerte, no llega a ser mainstream, pero hay un circuito que no es tan under. Hoy se habla de una segunda era dorada del tango, aunque para mí, faltan algunos actores claves, pero lo cierto es que hay un gran colectivo haciendo tango”, destaca.
Éxodo Criollo está integrado actualmente por Bruno Cuellar en violín, Ignacio Claramonte en bandoneón, Agustín López en guitarra, Lucio Claros en guitarrón y Matías Vega en contrabajo.
Acerca del nombre del grupo, Claros afirma que “también podríamos llamarnos Éxodo del criollismo porque el nombre del grupo, propone llevarse hacia un nuevo lugar, aquello que más nos representa. El grupo simboliza, entonces, esa confluencia entre lo tradicional y lo emergente, uniendo al tango tradicional con las nuevas expresiones que surgen”.
El repertorio de la agrupación formada a mediados de 2019 está compuesto por una diversidad de estilos y de épocas. En su propuesta musical suenan Juan D´Arienzo, Carlos Di Sarli y Osvaldo Pugliese y, además, composiciones de Julián Peralta y Pablo Montanelli. “Dar a conocer en la milonga, la casa de los bailarines, las nuevas composiciones es nuestra semillita, es parte de nuestra militancia”, destaca en diálogo con Cacodelphia.
Y afirma que "somos músicos con mucha trayectoria y conocedores del género, con ganas de hacer algo nuevo dentro del tango, porque somos parte de una generación que necesito salir a expresarse desde otras formas".
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