Los efectivos condenados fueron Rubén García, Leonardo Ecilapé, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez. Cuatro jóvenes murieron y otra resultó gravemente herida en este hecho ocurrido en mayo de 2019.
Un jurado popular condenó a los policías Rubén García, Leonardo Ecilapé, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez acusados por la masacre en la que murieron Aníbal Suárez, Danilo Sansone, Gonzalo Domínguez y Camila López, y Rocío Quagliarello sufrió heridas de gravedad.
“Estamos muy conformes con la decisión a la que llegaron, consideramos que es muy precisa la conclusión y la reconstrucción que hicieron. Básicamente dieron por probado todo lo que nosotros planteamos desde el inicio del juicio, con todas las pruebas que presentamos y el alegato de cierre”, remarca Agustina Lloret, abogada querellante e integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
En diálogo con El Embudo, Lloret sostiene que los testimonios de los vecinos fueron clave para desmoronar la versión policial, “el compromiso de los vecinos fue total, teníamos muchos en ese rol, se presentaban solos en la fiscalía a declarar, porque tenían un compromiso desde el pueblo por cómo atravesó la vida de todos ellos este hecho”.
Con la decisión del jurado quedó probado que los cuatro policías fueron los únicos responsables de estos crímenes y que actuaron por fuera de la ley. Por unanimidad, García y Ecilapé fueron declarados culpables por el delito de "homicidio agravado" por el abuso de su función policial y el empleo de arma de fuego de Aníbal, Danilo, Gonzalo y Camila. Y por la "tentativa de homicidio" de Rocío, la única sobreviviente.
“Es muy llamativo cómo se naturalizan ciertas prácticas policiales que están prohibidas en las leyes, en los reglamentos, en comunidades tan pequeñas donde todos se conocen. En un pueblo como este el hecho desmanteló una situación complicada con la Policía que estaba debajo de una alfombra. Fue un punto máximo de violencia policial posible que llegó a cuestionarse todo eso”, reflexiona.
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