El artista español conjuga clasicismo y contemporaneidad priorizando la expresividad por sobre la técnica.
En la casa familiar de Iván Floro, a muy temprana edad, se suscita el siguiente debate: ¿Mandaban al niño que mostraba interés en el dibujo a clases de pintura o lo dejaban seguir explorando por su cuenta?. La decisión la tomó su padre convencido que solo le enseñarían a pintar bodegones y eventualmente se aburriría, dejando de hacer eso que tanto le gustaba. De esta forma, el camino autodidacta de la pintua se abrió ante el jovén Iván.
Con 28 años, el artista oriundo de Barcelona, se caracteriza por sus cuadros expresivos donde la tradición española en general, y flamenca en particular, se mezclan con jóvenes de ropa deportiva, infancias de los ‘90, pantallas y referencias. A través del óleo, los bastidores y los murales de Iván reafirman la pintura como medio expresivo. Un recurso que suele usar es el enfoque, donde caras y elementos con detalle casi fotográfico se mezclan con fondo borrosos.
Tanto su universo temático como su estilo de pintura llamaron la atención de los productores del músico español C. Tangana, quienes le ofrecieron realizar la portada de sus dos primeros cortes difusión: "Demasiadas mujeres" y "Tu me dejaste de querer". Según el equipo tanto Floro como Tangana hacían lo mismo en diferentes terrenos: tanto en la música como en la pintura, fusionan la tradición con la cultura moderna.
Luego de esta experiencia, fue también convocado para la realización de la portada del álbum El Madrileño. Allí, si bien la base está en una foto tomada al músico pro la producción, Ivan destaca su conformidad con el trabajo ya que “hay algo que tal vez tiene que ver con que un retrato tiene que retratar un actitud más allá de lo correcto técnicamente”, ha explicado el artista.