En el marco de la Coooperación Sur-Sur ambos países avanzan con el desarrollo de un polo de transferencia tecnológica destinado a la producción.
La Cooperación Sur-Sur es una iniciativa intergubernamental destinada a fortalecer la colaboración entre los paises del sur, promoviendo sus valores y principios, en pos de un desarrollo sostenible.
“Cuando nos referimos a la Cooperación Sur-Sur hablamos de la capacidad que tienen algunos países para colaborar con otro en relación a diversas temáticas”, explica Cora Gornitzky, referente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), sobre este modelo de colaboración horizontal.
En ese sentido, destaca que en Argentina “hay una capacidad instalada del sistema agroalimentario, también una capacidad tecnológica, que quizá no esté en condicione de competir con otras regiones de países desarrollados, pero sí en la Cooperación Sur-Sur y es lo que sucede con Cuba” .
Una delegación con integrantes del Ministerio de Economía, la Secretaría de Agricultura, el INTA y empresarios, viajó al país cubano para avanzar en la creación de un censo de tecnología agroalimentaria, con el objetivo de incentivar las inversiones argentinas.
“Allí repasaron los avances de los acuerdos alcanzados, donde se destaca la posibilidad de aumentar la producción de maíz y soja para alimentación animal, y avanzar fuertemente en la generación de este centro de transferencia tecnológico argentino. También hablaron sobre la necesidad cubana para producir alimentos”, resalta.
Durante la visita a la isla, la delegación argentina sentó las bases de oportunidades de acuerdo de cooperación entre el INTA y el Grupo Empresarial Agrícola (GAG) para la experimentación en producción de soja y maíz. Asimismo, fueron a campos de productores para avanzar en estos acuerdos que apuntan a mejorar la productividad y la competitividad.
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