El cantante y compositor de folklore recupera parte de su historia trazada de amistad, oportunidades y comunidad.
El Bocha Nieva llegó a La Plata en el ‘79 para estudiar arquitectura. Hasta ese entonces solo había tocado la guitarra en algún acto escolar o un encuentro informal entre amigos. Sin embargo, una vez instalado en la ciudad, comenzó a dedicarse a la música como medio para sostener sus estudios.
“Y después empecé con la etapa de querer escribir, de querer componer. Ya estando en Pellegrini me largué. Es un poco difícil si uno se pone a querer escribir algo, pero me animé y salieron estas canciones que andan por ahí”, cuenta Bocha Nieva en un repaso por sus grandes referencias: Joan Manuel Serrat, la nueva trova Cubana, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Oscar Valles, Pablo Raúl Trullenque, Peteco Carbajal y Roberto Terman, entre otros.
Tocar crear alianzas, en su paso por la peña de la Salamanca el Bocha Nieva conoció a diferentes músicos que luego formarían parte de un gran entramado. Estando en Pellegrini, en el ‘96, recibió la llamada de Mario "Musha" Carabajal, quien lo invitaba a grabar su primer disco en los estudios CODA de Cacho Ferreyra, lugar histórico donde grabaron artistas como Mercedes Sosa y Jairo. Así Bocha Nieva y la banda Llueve, salía al ruedo en festivales regionales del interior bonaerense.
“Si bien la música con la que me identifico es la chacarera también hay muchos ritmos pampeanos muy lindos. Pero en el caso mío la chacarera, por este vínculo con los Carabajal y una serie de cosas, hicieron que componga en ritmo de gato, chacarera, zamba, es así. Soy hijo de catamarqueños, tiene algo que ver con eso”, detalló el músico.
Luego del debut, la banda recorrió la provincia de buenos aires y tocó en calle Corrientes. Dio notas en Radio Nacional y estrechó lazos hasta su próximo desafío: Pellegrini Canta al Oeste. Un encuentro de músicos de la zona promovido por la banda en conjunto con la municipalidad local.
“En el año 96, que coincide con nuestro primer disco, empezamos a cantar acá en el pueblo, a sumar chicos que cantaban, se empezó a hacer grande la movida. Llegó a haber 4 ballets, muchísimo, es como que bailaba todo el pueblo prácticamente. Pellegrini canta al oeste, eran tres días de un festival que se hacía una vez al año y venían de todos lados. Músicos, cantores, bailarines y eso realmente la siguió y se hizo muy grande. Después de a poco fue mermando esa movida y prácticamente ahora ha quedado muy poco de eso”, concluyó el entrevistado.
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