En las elecciones de medio término el oficialismo logra mantener el control del Senado y el partido republicano no obtiene los resultados esperados. Un poco de aire para Joe Biden de cara a la segunda etapa de su presidencia.
Los resultados de las elecciones legislativas de Estados Unidos arrojaron que los demócratas controlen el Senado, como lo han hecho en los últimos dos años, con 50 de sus 100 escaños, frente a los 49 que han obtenido hasta ahora los republicanos. Asimismo cuentan con la vicepresidenta Kamala Harris, quien tiene el voto de desempate. Cabe destacar que los resultados finales con el correr de los días, a diferencias de otros países donde en el mismo día se sabe.
“Aunque prácticamente hay resultados definitivos en la mayoría de las categorías que se disputaron. En alguna de ellas todavía falta algún resultado, pero ya se prevé una tendencia difícil de revertir. Son elecciones legislativas, se renovó casi la totalidad de la cámara de representantes, la que equivaldría a nuestra cámara de diputados y se renueva un tercio de las bancas del senado”, explica Yamil Bekenstein, Licenciado en Comunicación social y Maestrando en Relaciones Internacionales.
En diálogo con Los Mundos Posibles remarca que las elecciones "se dieron en una contexto muy particular, en primer lugar por los bajos índices de aprobación del presidente Biden, que algunas estimaciones lo dan alrededor de 45%, en un momento de una inflación más alta de los últimos 40 años, por eso se preveía que los demócratas que iba a tener un golpe sustantivo y una 'ola roja' con un triunfo republicano en las dos cámaras y la mayoría de las gobernaciones y no sucedió".
"Fue una elección que tuvo muchos perdedores y pocos ganadores, fue una derrota en función de lo que tenía el republicanismo y el ala Trumpista, pero tampoco fue una clara victoria para los demócratas y muchos menos para Biden. Hubo un control de daños, la reducción de pérdidas al mínimo posible. Retienen el control del Senado, pero pierden en la cámara de representantes, lo que puede implicar una dificultad en los próximos dos años que le quedan de gobierno. Además la dificultad de establecer un liderazgo claro dentro de los democratas, porque no hay figuras de recambio", considera.
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