La Cámara de Senadores aprobó la expropiación del predio donde 194 jóvenes perdieron la vida el 30 de diciembre de 2004.
Con 60 votos a favor y uno en contra, el Senado de la Nación aprobó el 27 de octubre la expropiación del boliche donde funcionaba República de Cromañón y lo declaró de ''utilidad pública”. “En diciembre cumplimos 18 años de mucha lucha constante. Es un alivio esta ley de expropiación, que es reparatorio para uno. Un poco de alivio, un poco de respirar y decir tenemos un espacio”, contextualiza Guadalupe Gutiérrez Ortiz, sobreviviente de la masacre.
El 30 de diciembre de 2004, el boliche que funcionaba en las instalaciones de Bartolomé Mitre 3060 se incendió costando la vida de 194 jóvenes que asistieron al recital de la banda Callejeros. El hecho es catalogado por las víctimas como una masacre, ya que durante la investigación de la causa se develó una cadena de negligencias y carencias que comprenden no solo a la fecha y el local, sino también diferentes estamentos estatales.
“Nosotros en un momento decíamos que era la tragedia no natural más grande que tuvo este país. Ahora estamos más convencidos de decir masacre y creo que sí, va a formar parte de los libros, va a formar parte de contar lo que pasó y qué mejor que tener un lugar donde esté todo esto”, detalló Guadalupe en comunicación con Una amiga imaginaria.
La lucha fue larga. En 2005 el proyecto había ingresado a la legislatura porteña donde fue frenado por falta de apoyo del oficialismo. Durante los años venideros, las distintas organizaciones que nuclean sobrevivientes y familiares de las víctimas lograron la el cambio de nombre de la estación Once de la línea del subte a 30 de Diciembre, la constitución del 30 de marzo como día de reflexión a través de jornadas que se realizan en las escuelas de la ciudad y una ley de reparación declarada en 2013.
Sin embargo, “en el 2018, Tribunales le devolvió las llaves del lugar a Rafael Levy, que es el dueño del lugar (...) Se perdieron todas las pertenencias porque él agarró y tiró todo, digo, las marcas que quedaban en la pared, en el patio, todo eso se limpió, se borró, se pintó y listo: acá no paso nada”, detalla la sobreviviente. A partir de ahí, se impulsó el proyecto de expropiación, esta vez en las cámaras nacionales.
El documento estuvo firmado por Coordinadora Cromañón, El Camino es Cultural, Familiares de la Matanza, Movimiento Cromañón., Ni Olvido Ni Perdón, No Nos Cuenten Cromañón, Organización 30 de Diciembre, Que No Se Repita y Sin Derechos No Hay Justicia.
El mismo también contempla "la creación de un espacio dedicado a la memoria de lo ocurrido el 30 de diciembre del 2004". Esto permitirá concentrar las distintas actividades que las organizaciones llevan adelante, visibilizando la lucha, el dolor y la resistencia atravesada en estos 18 años.
“Cromañón es un hecho muy solidario donde hubo personas que entraban y que salían. Entraban exponiendo su vida directamente a salvar a alguien que no conocían. Desde ese lado, desde la solidaridad, es un todo”, concluye.